The calm before the storm II

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Había ya pasado dos semanas desde el incidente y todo había vuelto a la normalidad. El dúo Horacio y Gustabo estaba mas fuerte que nunca, habían detenido a 20 personas en 4 días. El odio hacia ellos creía en la ciudad, cada vez recibían mas amenazas de muerte y paquetes misteriosos es sus casas. Pero bien como era su lema "los problemas me los como", sin miedo rastreaban al remitente y los traían a la justicia. Sin saber de qué días oscuros golpearía e la ciudad donde más les dolía.

Ya había terminado su turno, Gustabo se había retirado y quedaba solo Volkov en la comisaria, el turno noche siempre llegaban tarde. Horacio aprovechaba estos momentos para estar mas cerca de su enamorado. Este ultimo tiempo había notado como lentamente Volkov se resistía menos, y que mejor momento para probar su teoría que cuando estuvieran solos.

Fue hasta su despacho y comenzaron a hablar de uno de los acosadores del dúo dinámico, un narcotraficante con conexiones por todos lados y supuestas conexiones dentro del cuerpo de policías.

- Horacio, ya se que todo lo que te diga te entra y te sale por el otro oído, pero escúchame bien. La cobra no es alguien con el que se pueda bromear, es un tipo duro, no quiero que te las... que lastimen a mis compañeros-rápidamente agachó la cabeza al darse cuenta lo que había hecho-

- Ya sé que te preocupas por mi mas de lo que dices-lentamente se fue acercando al escritorio hasta colocar una mano sobre el mismo mientras la otra sujetó suavemente la perilla del de pelo gris- lo veo en tus ojos y me dicen mas de lo que tu boca podría llegar a decir.

El rostro de Volkov se volvió mas caliente, estaban a unos centímetros y no podía evitar ver los labios color carmesí de Horacio. Nuevamente ese pequeño latido se empoderó de su cuerpo, su mente se puso en blanco, estaba a la merced de su compañero. Crestas logró ver a través de esos anteojos oscuros como su vista perdía enfoque, su mano se volvió super caliente al igual que su entrepierna. Sin saber que estaba pasando, lo soltó rápidamente y se sentó con las manos entre las piernas tratando que no se vea lo excitado que esa mirada fogosa le había producido.

Volkov rápidamente volvió en sí, con una tos para aclarar su garganta se acomodo la camisa y siguió hablando sobre La Cobra, ente narcotraficante que quería la cabeza de Gustabo y Horacio en una pica. Pasó una hora y el del pelo gris no podía dejar de pensar en esos labios, esa mirada, esas manos que lo tocaron tan suavemente y con tanto amor. Nunca había sentido algo así, estaba tan confundido que le costaba hablar correctamente.

- Volkov, ¿está usted bien?, lo noto mas tenso de lo normal, está enfermo- Horacio preocupado, se acercó hacia Volkov y apoyo su frente con la del pelo gris para tomarle la temperatura-

Volkov sentía como nuevamente perdía control de su cuerpo, en un reflejo empujo tan fuerte a Horacio que hizo que cayera en el piso

- ¡no me toques! -gritó sin pensarlo, cuando abrió los ojos vio como Horacio estaba en el piso lastimado al haberse golpeado- lo sien...

Se escuchó un golpe en la puerta de comisario seguido de gritos y risas, eran los de turno noche. Horacio se levantó, sacudió su pantalón y sin quitar la mirada del piso le dijo

- Lo siento, no debí hacer eso, perdón si lo incomodó. Si se siente mal, vaya al médico.

Con un nudo en la garganta se fue rápidamente, al salir del despacho se encontró con los del turno noche que lo abrazaron y saludaron. Horacio siempre los recibía y tenía muy buena relación con ellos ya que siempre se quedaba hasta tarde para estar unos minutos con Volkov.

Sin poder decir nada, nuestro compañero de pelo gris se refugió en sus brazos mientras escondía su cara.

- ¿Por qué hice eso?, con una voz suave y quebradiza. 

Me gustas ¿te gusto? [VOLKACIO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora