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-¡Por fin!- gritó hueningkai cuando terminó de colorear un paisaje, el mismo lo dibujó

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-¡Por fin!- gritó hueningkai cuando terminó de colorear un paisaje, el mismo lo dibujó.

No era difícil, pero justamente en esos momentos tenía flojera estuvo casi 5 horas desde que llegó de la escuela, sentado en el suelo de su casa, tapizado con alfombra.

Cómo si fuera una señal, una llamada de su mejor amigo Taehyun se hizo presente, haciendo sonar un tono.

-Hueningkai~ canturreo el mayor a través de la línea, Kai sonrió.

-Taehyunnie~ hyung favorito, ¿Cómo está?- preguntó, a pesar de ser pequeño sabía cómo ser cortez y educado.

-Ya te eh dicho que no me llames de hyung, me haces sentir viejo- gruñó.

Hueningkai río -Usted ya es viejo, no hay duda de eso hyung-

-Eres demasiado travieso Kai, ven y ábreme la puerta, te traje dulces- Hueningkai río de nuevo, y le dió gracias a Taehyun, antes de ponerse sus zapatos e ir hacia la puerta corriendo.

-¡Hyung!- gritó Kai cuando abrió la puerta.

-¡Pequeño!- Taehyun lo abrazó y lo cargó, cerrando la puerta detrás de si.

Estuvieron jugando en la habitación del menor, hasta que los padres de Hueningkai llegaron y los ayudantes empezaron a acomodar y servir la cena.

- Yeji Noona, déjame ayudarte- pidió Kai con un lindo puchero, ella era una de las ayudantes que estaba acomodando la mesa.

-Pequeño, eres demasiado bondadoso y amable, ten, puedes poner las servilletas, una para cada quién, y recuerda no destruir la figura que ya tienen- dijo Yeji al momento en que ella Hiba por los platos y vasos.

-¡Seré el mejor en poner las servilletas!- dijo Kai decidido, decidió ser rápido pero ordenado. -Una para Hyung Tae, otra para appa, otra para omma, y la última, la diferente, la especial servilleta de color verde es para.... ¡Mí!

Gritó feliz de haber terminado exitosamente su trabajo, llamando la atención de todos, ganándose cumplidos y felicitaciones.

En ese entonces Kai cursaba el 4to grado de primaria, un niño capaz, inteligente, tierno y competitivo.

Sin duda sus padres no dudaban de su futuro prometedor, hacían lo que podían para que tuviera la mejor educación.

Lástima que esos tratos no eran para todos los niños, y eso muchos lo sabían, Kai era tan puro que les daba miedo que se contagiará de cosas feas del exterior.

Claramente, sus padres tenían dinero, el dinero mueve al mundo y te facilita las cosas.

Kai no llevo su educación en ninguna escuela pública, tampoco tuvo tutores privados, sino una escuela especializada.

En dónde todos los niños tenían el mismo estatus que el, en dónde había muchos juegos y también en dónde tenían áreas especializadas para dichos grados.

Y ese mismo año entraría un niño, muy diferente a los demás, con el mismo estatus, pero diferente forma de pensar y de vivir.

El mismo niño que daría un giro de 360° en la vida de Kai.

Y Kai no estaba preparado, jamás lo estuvo en realidad.

Y Kai no estaba preparado, jamás lo estuvo en realidad

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-Gyeommki-

ℓαgriмαsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora