Capítulo 2:

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-Antes de salir de casa me despido de mi madre con un cálido beso en la mejilla y un abrazo luego me despido de mi hermano asegurándole que no dejare que los guardias me atrapen y salgo de nuestra casa- al salir logro ver a algunas personas del pueblo.

-Mientras voy en el transcurso hacia el bosque, veo a don Andres que me saluda con un sonrisa, es el panadero del pueblo es un señor algo regordete y cara redonda de ojos café, lo conozco desde hace años era gran amigo de mi padre- veo algunos otros vendedores, logro ver que hoy hay más guardias de lo normal hay tres en cada esquina y camiones por todos lados no entiendo.

-Trato de restarle importancia porque gracias a que todos los guardias están en la ciudad meda un leve esperanza de que los guardias del bosque no estén en su lugar- al llegar a la cerca que separa el pueblo del bosque.

-Logro ver que los guardias que siempre están  por aquí no están, pero no pienso perder tiempo esperándolos así que me subo en el árbol que esta junto a la cerca y en lo que estoy en las ramas más altas salto hacia en árbol que está del otro lado y me sujeto a una de las ramas con mucha fuerza tanto así que mis manos arden y siento como la sangre corre desde mis palmas, me acomodo de manera rápida en la rama y comienzo a descender hasta llegar al suelo una vez que estoy en el suelo escucho unos gritos que provienen del otro lado de la barrera.

-Cuando volteo veo que son los guardias y que ya me han visto comienzo a correr dentro del bosque, escucho como los centinelas me siguen escucho sus pasos retumbando en  mis oídos me escondo detrás de un árbol hueco y los guardias siguen corriendo y pasan el árbol en el que estoy, pero luego todo se hace silencioso y  salgo del árbol.

-Uno de los guardias me toma por la espalda y le doy un golpe en el estómago y lo dejo sin aliento y comienzo a correr, escucho como los agentes hablan entre si diciendo que me mataran si me atrapan, definitivamente dejarme atrapar no es una opción.

-Siento que me siguen y sin darme cuenta llego al lago y ellos están detrás de mí, mis piernas tiemblan y no sé qué hacer, uno de los guardias de cabello rojizo me dice que me entregue y que no piense en moverme o me disparan en la frente, trato de decirle que está bien que me entregare pero el nudo en mi garganta no me deja pronunciar palabra y en ese momento llega el guardia que le di el golpe en él estomago se ve muy enojado y comienza a gritar que me va a matar y toma el arma en sus manos y comienza a disparar solo escucho un fuerte pitido en mis oídos, sin pensarlo doy la vuelta y me lanzo al  lago.

Mañana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora