Mañana.

Capítulo 11:

-No sé qué me sorprende más en este momento no haber notado antes  que la que está hablando en la tv es la reina o que este convocando al reino a un gran levantamiento para liberar al rey Alex y deshacernos del Duque Nicolás- Es sorprendente no solo la claridad y facilidad de sus palabras sino que también con cada oración te trasmite una seguridad inmediata.

 -Su mensaje es claro quiere que toda la gente del pueblo salga en este mismo momento y pele por lo que ama, por lo que quiere, por lo que merece, su libertad.-

- Después de decir esas palabras corta la trasmisión y seguido de eso se escucha un estruendo tremendo que proviene de la plaza- Sin pensarlo dos veces corro hacia la puerta abriéndola de golpe.

-Veo como la gente corre de un lugar a otro, hay antorchas y mucha gente armada dispuesta a todo.

-Los guardias huyen por la gran cantidad de personas que los persiguen parece casi irreal, al ver eso por mi cuerpo recorre una descarga eléctrica y salgo corriendo detrás de la gran multitud de personas- observo como hay personas que pelean con algunos guardias y voy con paso decidido hacia ellos con toda la fuerza que tengo corro y con una fuerte tacleada derivo a un centinela que se encontraba forcejeando con un hombre mayor, una vez que él está en el suelo comienzo a golpearlo y es un golpe seguido tras otro y cada vez son más fuertes.

-En lo que el guardia queda inconsciente me apodero de su arma para evitar que otro agente la tome, apenas levanto mi mirada veo a lo lejos como un agente está apunto de golpear a una mujer de cabellera rubia que ya se encuentra en el suelo y de un momento a otro la abofetea, no me lo pienso dos veces y antes de que el guardia pueda golpear a la chica de nuevo, le disparo en una pierna tengo buena puntería ya que no es la primera vez que disparo un arma.- Seguido de eso veo como el guardia comienza a sangrar e intenta regresarme un disparo y antes de que yo siquiera pueda correr la mujer que se encontraba en el suelo le da al centinela en el estómago- Casi puedo leer sus labios es claro lo que la mujer le dice.

-Una mujer no merece ser golpeada por un infeliz así que lo pensaras mejor para la próxima- Seguido de eso le quita el armamento al soldado, dirige su mirada hacia donde me encuentro  puedo sentir que es casi un agradecimiento y comienza a correr hacia donde está la gran multitud en la plaza- Pienso en correr tras ella pero no sé qué hacer.

-Estoy algo aturdido por los disparos que vienen y van, la gente que grita, hay mucho humo eso hace que los ojos me piquen y para ser sinceros tengo ganas de llorar por las personas muertas a mi alrededor el escenario es realmente desolador, en estos momentos hay guardias que están muertos y sangrando por todos lados pero también hay personas del pueblo y siento muchas ganas de correr y ayudarlos a todos incluso a los agentes.- Después de todo no es como si yo fuera un asesino de sangre fría no me agrada la idea de recurrir a la violencia pero creo que es necesaria para demostrarle al tirano que el pueblo es el que tiene el poder y ni él ni nadie lo puede esclavizar.

-Corro en donde se encuentran algunas personas heridas entre ellas hay una mujer de cabellera oscura y algo clara de piel y unos ojos color miel que están realmente rojos de tanto llorar.

-Está sangrando por una herida en el brazo izquierdo y tiene algunos golpes y raspones, está junto algunos cadáveres y me acerco a donde ella está llorando sobre el cuerpo muerto de un hombre rubio, mientras camino hacia ella un guardia le dispara en la cabeza y aquella mujer cae de tal manera que siento como en mis oídos se escucha el fuerte sonido que ha tenido su cráneo al tocar el suelo- Tomo mi arma y antes de que el guardia haga cualquier movimiento le disparo en el pecho y cae de espaldas.

-Por un segundo sigo pensado que aun puedo ayudar a aquella mujer pero esa idea desaparece en cuanto veo en el charco de sangre en el que se encuentra y un gran escalofrió me recorre junto a unas inmensas ganas de vomitar.- Quiero que esto termine ya.

-Lo único que pienso en estos momentos es pedirle ayuda a mi padre desde el cielo para que me guie lo único que suena en estos momentos en mi mente es una frase que nos dijo mamá cuando recibimos la noticia de que papá había muerto.- Nunca digas adiós hasta que no estés seguro de poder soportar la ausencia de esa persona.