Los ojos de JungKook estaban completamente cerrados, mientras yacía en su cómoda cama, con el ceño a medio fruncir, su cuerpo se sentía pesado como muchas veces después de una larga jornada de trabajo. Su respiración era un poco calmada y sus brazos estaban extendidos, tratando de relajarse y sus pies desnudos y fríos.
La ventana que se encontraba a unos pasos de su cama se mantenía cerrada, pero, aun así, el ambiente era frío y más considerando la nevada que se estaba presentando en ese momento. El invierno había abierto sus puertas de una manera agradable para algunos y para nada placentera para otros. Jungkook hacía mucho tiempo estaba en esa misma posición, mientras algunas teorías se remolinaban en su cabeza; hace más de un mes se había dado la desaparición de JiMin y dos semanas después de eso la desaparición de Min YoonGi, ¿Tenía algo que ver Kim NamJoon con la pérdida del hermanastro mayor de TaeHyung? ¿O eso sólo era una coincidencia? bueno, fuera lo que fuese, la policía no había avanzado lo necesario como para afirmar o negar lo contrario.
Entre pensamientos, JungKook abrió los ojos irritados cuando escuchó un toquido en la puerta principal, era efímero, pero firme, decidió ignorarlo, pero unos segundos después se volvió a escuchar, así que fue a ver quién era el que interrumpía sus importantes pensamientos y claro, no podía ser nadie más que TaeHyung, quien parecía estar a punto de congelarse de pies a cabeza.
-Kim, ¿Qué haces afuera con este clima? - Preguntó Jeon, desconcertado al ver como TaeHyung no podía controlar su tembloroso cuerpo y un visible humo blanco y frío salía de entre sus morados labios.
-Hyung, yo...
-No importa, pasa, te vas a congelar ahí afuera- Kook se hizo a un lado mientras Tae entraba a el lugar con sus brazos abrazando su cuerpo- Te prepararé un baño de agua caliente, espera aquí.
JungKook fue hasta el baño que se encontraba cerca de su habitación, al entrar, encendió la ducha y regularizó el ambiente, cuando vio que era el adecuado, regresó a la sala de estar, pero el chico a casi congelar no estaba por ahí.
-TaeHyung, ¿A dónde fuiste? - viró su cabeza a todos los lados, pero no había rastro de Tae, lo llamó unas veces más, pero no tenía resultado.
¿Y si se había ido otra vez? no, no podía permitirlo, no con esa nevada que se estaba presentando.
Santa mierda, ¿Qué haría? Kim TaeHyung podría morir ahí afuera y solo por un descuido de su parte. Estaba dispuesto a salir a la calle para intentar buscarlo, pero cuando estaba llegando a la entrada, algo llamó su atención; la puerta estaba levemente abierta...él recordaba haberla cerrado.
Hasta que de pronto, algo escalofriante se le vino a la mente; Kim NamJoon: se había llevado a JiMin y algo le decía que TaeHyung también se vería afectado, no sabía porque eso cruzó por su mente, pero en serio le asustó mucho la posibilidad de que aquel asesino tomara posesión de la vida de una persona amable, coqueta y alegre como TaeHyung, el menor era muy inteligente, pero no era lo suficientemente fuerte como para enfrentarse con NamJoon.
Jungkook abrió grandemente sus ojos, caminó a paso apresurado hasta la encimera que era en donde estaba su móvil y de inmediato le marcó a Kim, pero éste no contestó. La respiración de JungKook era nerviosa, marcó nuevamente y cuando estaba por darse por vencido y salir de la casa con desesperación, un sonidito lo alertó; era aquel tono alegre del peli-azul, ese que irritaba a todos en la comisaría, el ruido venía de su habitación, así que corrió hasta ahí, abrió la puerta bruscamente, y al frente de la estantería estaba TaeHyung, tembloroso, viendo las fotos que despreocupadamente Jeon había puesto ahí.
Fue la primera vez que se alegró tanto de ver aquel cabello azul metálico.
JungKook tomó fuerte el hombro de Kim y lo hizo voltear, Tae se veía confundido mientras que la preocupación adornaba la cara del castaño.
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Tainted love (NamMin) TERMINADA☑️
FanfictionPark JiMin perdió a su familia a manos de un asesino serial, lo que lo lleva a querer venganza. Por eso se convierte en policía, para poder atrapar a aquel hombre que acabó con su vida. Seis años después sus caminos se vuelven a cruzar, pero algunas...