🍒Mariposas:

1.6K 158 145
                                    




Recargado en la piedra de la alcoba, con la mirada puesta al suelo, observó cómo los discípulos de Lanling Jin se encontraban entusiasmados con armar las linternas que lanzarían al cielo; que poco a poco se iba coloreando a un lienzo oscuro, un mar sin espuma blanca siendo nubes, ni estrellas acercándose.

De sus labios salió un suspiro aireado, sintiéndose un poquito solo al saber que este tipo de "ceremonia" se había realizado como conmemoración a todos los cultivadores y discípulos que cayeron con sus espadas en un último aliento. Y aunque, algunos no deseaban volver a ese día, el lanzar linternas hacia cielo se convirtió en una costumbre que cada ciento ochenta días se celebraría.

Un carraspeo lo sacó de sus pensamientos, dándose la vuelta con el ceño levemente fruncido. Pero esa pequeña arruga en las cejas se convirtió en un gesto de sorpresa al ver que Lan SiZhui, Lan JingYi y... Ouyang ZiZhen le sonreían de manera amistosa. Pero el gesto que mostró de sorpresa no fue solo por verlos tan repentinamente, si no que en sus manos sostenían una linterna lista para encenderla y dejarla ir.

—Quita esa cara idiota. Venimos desde lejos para admirar como se ven las linternas flotantes desde esta torre. —habló Lan JingYi, codeando a su paso a Ouyang ZiZhen para que se acercara.

Jin RuLan apretó los labios cuando ZiZhen sacó otra linterna detrás de su espalda, caminando hacia su persona y tendiéndosela con una pequeña sonrisa.

—La idea fue de SiZhui el venir, pero... —demostrando su nerviosismo lamió su labio superior, sintiendo como JingYi le daba una pequeña patada detrás del tobillo. —Pero fue mi idea el que pasáramos comprando estas bonitas linternas, mientras los cuatro las lanzáramos pidiendo un deseo.

Los preparativos de la ceremonia estaban todos hechos. Los discípulos de Lanling Jin esperaron pacientes que los cuatro jóvenes en la alcoba fueran los primeros en dar el inicio de lanzarlas.

Los cuatros jóvenes estrecharon sus manos unidas al pecho, pensando en su deseo; posterior al pensamiento, Lan JingYi insistió en tomarse las manos, esta vez murmurando entre ellos.

—Que nuestra amistad y amor dure muchos años. —bisbiseo Lan SiZhui.

—Que la joven ama se arme de valor... —le siguió Lan JingYi soltando una risita cuando apreció el apretón en los dedos. —Pero que esta confianza que tenemos no se arruine por malentendidos.

—Que JingYi deje de ser menos idiota. —murmuró Jin Ling, deseando darle una patada en ese momento, pero las linternas en medio de ellos le estorbaban. —E igual, que nuestra amistad florezca con el paso de los años, ayudándonos y madurando en el camino.

—Lo único que pido es que cada uno de nosotros podamos atesorar cada recuerdo de aquí en adelante, que venga lo que venga, siempre estemos unidos. —fue el turno de Ouyang ZiZhen. —Y que Lan SiZhui se arme de valor...

El mencionado le dio una mirada fugaz, para desviarla a Lan JingYi que se quedó confundido con aquellas palabras.

Pasaron a encender las linternas con una vela en manos, parpadeando lentamente al ver que estás empezaron a subir una detrás de la otra. No pasó mucho tiempo cuando los demás discípulos impacientados encendieran la suya, observando como el lienzo oscuro de la noche más cálida del año se envolvía con miles de luces reemplazando las estrellas del cielo. Y a lo lejos, los cuatro jóvenes sonrieron imperceptiblemente admirando los puntos rojos de linternas en otras sectas.

Ese día, en esa noche, un sentimiento que acoplaba en sus pechos fue desapareciendo como un incienso botando parcamente el polvo mientras el fuego lo iba consumiendo, llenando la taza de tierra negra que con un soplo de viento desaparecería.

Kilig ☪ ZiLing & ZhuiYi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora