— Te estoy observando. — Desde lejos miró con sus chispeantes ojos a Rin y Obito, el estaba encantado con las palabras de La Niña de mejillas violetas.
Estaba recarga en aquel árbol de cerezos a un costado de Kakashi, suspiro, tragando saliva y sin perder de vista a sus compañeros.
— Yo lo estoy cuidando, ¿no es eso mejor, Kakashi?. — Preguntó, inclinando la cabeza a un costado, esperando la respuesta de su compañero como consuelo, la cual nunca llegó. Gruñó, dando media vuelta con el corazón en la mano, aceptando la derrotada.
— Vamos Kakashi, yo invito, por el mal de amores. — Sonrió en su amargura, mirando a su inexpresivo compañero reincorporado en su costado.
— Tienes trece. — le recordó lo obvio, Menma sonrió, asintiendo y tragando saliva, mirando de reojo a lo lejos a Rin vendar la herida de Obito.
— ¡Hey, Menma, Kakashi!, ¿se van ya? — Minato salió de los arboles para ver a sus alumnos, Obito y Rin se acercaron, la cara de molestia de la mujer albina no pasó por alto para su maestro y compañero de máscara.
— Si Minato-sensei, iremos a comer — afirmó, sacando la inusual kunai que le había dado su maestro, examinando a Rin con calma mirando a Kakashi e ignorando por completo a Obito.
— ¿Podemos ir también? — preguntó la castaña, ganando un asentimiento de parte de su compañera, que jalo de la camiseta de Kakashi.
— Pueden ir, pero no con nosotros. Lo lamento, Rin-chan. — miró el semblante de Rin caer y la cólera en el de Obito, cosa que ignoró.
— Yo no podía ir de todos modos — Minato quiso aligerar el ambiente, pero las miradas de sus alumnos estaban fijas entre ellos.
— Nos vemos, salude de mi parte a Kushina-sama, Minato-sensei. — el Rubio asintió, Menma reafirmó el agarre en Kakashi que solo la miró con molestia. Y lanzando la Kunai al suelo, ambos alumnos del equipo Minato desaparecieron.
[...]
— ¿Estas bien Kakashi?, ¿no te falta una pierna? — Preguntó apenas sus pies tocaron el suelo del centro de Konoha, alertando a la gente que pasaba por ahí. El albino la miró con los ojos entrecerrados, llevándose una mano a la boca sobre la máscara.
— Que asco, prefiero caminar si voy a marearme. — la mujer de ojos rojizos asintió, escuchando las quejas de Kakashi.
— Aún estoy trabajando en eso. — le restó importancia, caminado hasta el puesto de ramen, siendo seguida por Kakashi.
Ambos entraron, siendo saludados por el dueño del local.
— Pide Kakashi, hoy yo pago, por el mal de amores. — Se dejó caer en la silla, la cara de desagrado de Kakashi fue visible aún sobre la máscara.
— Tienes trece, Menma.
— ¡jaja! Estos niños de ahora.
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𝐏𝐮́𝐝𝐫𝐞𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐢𝐧𝐟𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨【 O b i t o U. 】
Cerita PendekEl suelo bailó bajo sus pies una triste balada, confirmando desde la lejanía que los brillantes ojos de él no la miraban a ella. Suspiro, sonriéndo y dando media vuelta, aceptando la derrota, bien decían que nadie vivia de alguien más, estaban en lo...