FANGIRL. ¿Qué pasaría si el Campamento Mestizo fuese real? #PDA2016

Treinta y Siete || Lógica

Horacio's pov:

"Vivo rodeado de un montón de idiotas".

—¡Te digo que no!

—¡Que sí!

—¡Que no!

—¡Que sí, y punto!

—¡No, me niego!

Eché un breve vistazo a mi espalda, donde se sentaban bajo la sombra de las gradas Apple y Mango Ward.

Justo lo que necesitaba en aquellos momentos: más personas infantiles.

Si al menos fuera una discusión interesante, un debate intelectual con el que entretenerme...

—¡El aguacate es la mejor fruta del mundo!

—¡No! ¡El kiwi lo supera con diferencia!

—¡Claro que no! El aguacate es adorable. Lo encuentras en peluches y estampados. ¡Hasta sirve para untar pan!

—¿Untar pan? ¡Ridículo!

—Ah, ¿sí? ¿Y qué puede hacer el kiwi, aparte de ser el sabor que nadie elije en batidos y helados?

—Harry Styles tiene una canción dedicada al kiwi.

—Niall Horan es mucho mejor.

—Uy, sí. Si te gustan las rubias teñidas...

—¡Niall es un tesoro que la humanidad debe proteger, teñido o sin teñir!

—¡La seguridad de Harry va antes que la de Niall!

—¡No!

—¡Sí!

—¡No!

—¡Sí!

Me crují el cuello a la vez que volvía a mi posición inicial. Espalda recta y mano sobre el pomo de mi espada.

Contemplé, entrecerrando los ojos, cómo Lola se acercaba desde bastantes metros.

Venía corriendo... y daba pena. Parecía un cochinillo ahumado dando zancadas.

—Otra idiota—suspiré.

Si yo digo que el entrenamiento comienza a las cinco y media, ¿a qué hora llega una persona normal?

Exacto: a las cinco y cuarto, para intentar impresionarme.

Pero no me hace esperar diez minutos y soportar a los raritos de la cabaña 16.

Podría estar haciendo muchas cosas en este precioso tiempo. 

Pensar en un plan para sorprender a Krol y cortarle el pene por violador, ésa era una de ellas.

—¡Lo siento, lo siento, lo siento!—chillaba Lola.—Es que a mitad de camino he mirado hacia abajo y he visto que sólo llevaba la ropa interior puesta. He vuelto a mi cabaña para vestirme.

—El Campamento Mestizo al completo lleva preparándose desde que ayer Quirón declaró la guerra a Krol durante la hoguera—me llevé la espalda al hombro.—Tú representas a dos cabañas: la tuya, y la mía. No voy a consentir que seamos los únicos que nos rascamos los cojones mientras el resto de semidioses se esfuerzan en sus ocupaciones, ¿entiendes? ¿O tienes alguna pregunta?

Lola cambió el peso del cuerpo de una pierna a otra.

—Sólo una pequeña observación—se atrevió a hablar—; yo no tengo cojones.