La Chica De Las Zapatillas Rojas

Los Primeros Indicios

"hola, supongo que aún no me haz de conocer. Pero sabes quien soy, temes a que llegue a tu casa y con mis finas zapatillas de ballet rojas; te asesine lentamente, porque seguramente no sabrás apreciar lo poco o mucho que te da la vida"

Esa nota, esa nota finamente escrita y perfumada con un perfume channel, el aroma que desprendía era sumamente suave, eso me ha dado un indicio. Esa asesina era mujer.... El tipo de perfume me lo ha dicho todo.

Esas letras eran perfectas, estaban escritas con sangre de la víctima; su víctima era un millonario excéntrico que se la ha acusado de abusar (de todo tipo de abuso) a niñas menores de 16 años, no le ha hecho daño alguno a la sociedad pero aún así ¿qué gana con matar este tipo de gente? El único indicio que ha dejado en todos sus asesinatos son unas cartas con indicios de su próximas víctimas. Analizando bien ésta carta, la persona tiene el perfil de "mal agradecido"

En este mundo hay muchas personas que son mal agradecidas, eso es lo que tiene que aprender ella no hay salvación para éste mundo, no puede ir matando gente porque no cumplen los estándares de persona buena o mala

"¿SEÑOR ROSS?"

Escuche la voz de mi secretaria y ayudante, la señorita Fernández. Ella es una pasante de estudinte de criminológia, ella siempre ha sido audaz, ligera y suave... También tiene su lado valiente, he llegado a pensar que ella es aún más valiente que yo...

"ya tiene que ir a su casa, tiene que descansar un poco, no creo que DICHOSO ASESINO DE LAS NOTAS Vaya atacar hoy, todo es cuestión de seguir su patrón, el asesino ataca todos los días domingos, a las doce de la noche, según los análisis que se le han hecho, ataca a las doce con doce segundos exactamente"

"¿haz estado investigando mucho?"

"señor este caso es el último que resolverá con mi ayuda, este es bueno para mi tesis para mi recibir el titulo de criminóloga" la chica resumió, lo he olvidado, este es el último caso con ella, en este caso se tiene que lucir.

"hare caso a tus palabras" terminé mis palabras con una sonrisa, ella se preocupa mucho por mi, ella teme que le hagan algo a mi esposa, esa mujer de la que nunca termino de enamorarme, ella que con sus manos delicadas toco suavemente mi alma y se apoderó de mi corazón.

La señorita Fernández sólo me asintió y tomo su camino, en su auto un porche rojo, yo me quede ahí unos minutos meditando, la soledad me ha ayudado un poco a resolver mis casos, con audacia y valentia. Analice bien las palabras de mi pequeña ayudante, ella si que se esmera en su trabajo, no dudo en que un día ella logre superarme. Por el momento ella se encargará de todo, ya le se ocurrirá un plan; después de llegar a mis conclusiones finales del día me dirigí caminado como es de costumbre a mi casa.