CAMBIO DE CORAZÓN

Entre las Grietas

CAMBIO DE CORAZÓN

Por Niteryde

Traducido por Inuhanya

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9.- Entre las grietas

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Vegeta se había ido antes de que Bulma despertara la mañana siguiente. Decir que estaba un poco decepcionada cuando no regresó para el final del día sería una subestimación. Pero cuando los días continuaron pasando sin una señal de él, comenzó a pensar en su decisión de confesarle sus sentimientos por él. Había logrado alejarlo cuando pasó el calor del momento y se dio cuenta de lo que dijo?

Si tan sólo el Saiyajin viniera con un manual de cómo acercarse a él. Finalmente la había dejado entrar, derrumbando las paredes, dándole un vistazo de él – sólo para acabar al día siguiente.

Era frustrante. Ella quería comenzar a tener una relación normal con Vegeta. Quería comenzar a comprometerse con él en cosas normales de pareja más allá de solo tener sexo con él. Quería más. Después de todo, lo amaba, y aunque él no había repetido sus palabras exactamente, había admitido que la necesitaba. Eso definitivamente contaba por mucho viniendo de Vegeta.

Una vez más, parecía que la paciencia era la llave. El cielo sabía que estaba ganando mucha de ella entre criar a Trunks e involucrarse con Vegeta.

Bulma suspiró examinando, una semana después, la cuna rota en frente de ella. Desde que había elevado la baranda, Trunks lo había compensado pateando las barras. Unas buenas patadas, y las rompió. Sacudió su cabeza, levantando un pedazo de madera de las barras para examinarla. Necesitaba reforzar la cuna, pero tampoco quería hacerlo para que Trunks se lastimara. Pero absolutamente nadie estaba listo para que el pequeño tuviera carta blanca para pararse en su cama, así que estaba maniatada.

Tras ella, Trunks rió en su corralito. Bulma lo miró, encontrándolo sentado y observándola divertido mientras examinaba su daño. Reconoció esa mirada juguetona y traviesa y gruñó.

"Oh, Trunks," suspiró la heredera, mirando la cuna. "Qué voy a hacer contigo?"

O con tu padre, eso cuenta?

"Afuera!" gritó Trunks, levantándose. Comenzó a saltar una y otra vez mientras gritaba de nuevo, "Afuera, afuera, afuera, AFUERA, mama!"

"No lo creo, señor. Mira lo que le hiciste a tu maravillosa cuna! Las cunas son para que duermas, no para que las destruyas."

Trunks frunció. Se desplomó sobre su pañal y cruzó sus brazos, mirando enojado a su madre. Bulma no pudo evitar reír cuando lo vio. Estaba tratando de verse malo, pero solo se veía tan adorable cuando trataba de parecerse a Vegeta.

"Lo siento, dulzura, pero necesitas un poco más de práctica para lograr la intimidación de tu padre," bromeó ella. La mirada de Trunks se volvió un puchero.

"Pa?"

"Papi regresará pronto, no te preocupes," le aseguró Bulma, antes de mirar la cuna rota.

Bueno, eso esperaba.

Bulma hizo su mejor esfuerzo para no dejar que sus pensamientos se ocuparan mucho en Vegeta por el resto del día. Llevó a Trunks para una zambullida en su piscina, dejándolo chapotear para animar su corazón. Aún estaba un poco paranoica con él, y raramente dejaba al niño fuera de su vista desde que había huido. Entonces se distraía llevando a Trunks a pasear en coche para ver a Chi-Chi, quien ahora tenía siete meses de embarazo y esperaba otro niño. Las dos mujeres habían hablado por largo rato sobre cómo sus pequeños se volverían los mejores amigos mientras Gohan jugaba con Trunks.