Makoto no sabía que lo había poseído y por qué se adelantó a detener una bala. Y cuando lo hizo sintió como los músculos de su brazo derecho se entumecieron.
'Que dolor' Él no sabía cómo hacían los protagonistas que de un momento a otro podían aguantar cortes de espadas y otro montón de cosas.
Para Makoto todo sucedió muy lento, pero en realidad fue cuestión de segundos, Volteando la vista vio como la mujer lo miraba y en seguida cayó hacia adelante. Sin ninguna otra opción la recogió en sus brazos y corrió, él no podía luchar mientras defendía a un herido.
Mientras corría, Sayo se había detenido por unos segundos, su bestia estaba sorprendida por la interrupción, pero rápidamente reacciono recogiendo sus armas.
Makoto sintió como su mano tenía una sensación húmeda y bajando la vista vio como la chica, quien era Miki en sus recuerdos, tenía la cara pálida y los labios morados. No sabiendo que hacer, la única idea que se le ocurrió fue pedir ayuda.
"¡Tenemos un herido! ¡¿Dónde puedo buscar ayuda?!" Gritó con todas sus fuerzas, pero de repente sintió un golpe en la parte baja de la espalda que lo hizo tambalearse y vio como un rastro de sangre viaja a través del aire. Él sabía que pertenecía a la mujer porque ya no sentía el peso en sus brazos, entonces saltó y nuevamente la recogió.
"Ugh" Se escuchó un lamento produciendo que Makoto que ya estaba ansioso por estar siendo perseguido, empeorara su capacidad mental.
"Todo... estará bien, solo necesitas aguantar un momento" Habló Makoto mientras observaba como la enfermera recargaba sus armas.
"Sí... eso creo..." Miki exprimió unas pocas palabras viendo como unas gotas caían desde la parte oculta del joven. Ella estaba sorprendida al ver un desconocido salvándole, especialmente porque él podía mantener una ventaja de unos metros sobre Sayo, algo que solo lo había hecho su amiga cuando la enfermera entró en modo desenfrenado, aunque esta era la primera vez que la veía entrar en ese estado.
"¡Sigue la luz! ¡Te enviará dónde estamos!" Sonó la voz de una mujer y enseguida una parte que estaba a oscuras, se ilumino señalando el camino a Makoto y a Miki, pero también a la "bestia".
*Bakyun* *Bakyun* *Bakyun*
Makoto no sabía cómo lo hacía, pero estaba esquivando las balas y también sentía como las balas impactaban en su espalda aun así no penetraban, eso lo hizo asentir mentalmente por comprar esta armadura. Y viendo hacia atrás vio como una puerta de metal se cerraba ganándole unos segundos.
Miki se sentía casi muerta, sentía mareos y su visión estaba borrosa. "Ya casi" Era lo único que alcanzaba a escuchar.
Makoto sentía que la mujer en sus brazos no iba a aguantar y como sí su cuerpo produjera más adrenalina, él aumento la velocidad para unos instantes después ver una puerta que se estaba abriendo y ver una mujer con el cabello corto y rubio y un anciano en silla de ruedas. La primera llevaba una pequeña pistola y un escudo que apareció en el anime mientras el anciano estaba solo unos pocos centímetros al lado derecho. él se acercó y con sus brazos temblado puso a la chica en una camilla que estaba dentro de la habitación.
"Está bien. Nosotros nos encargaremos ahora" Dijo el anciano viendo al hombre vestido respirando cansadamente, él estaba impresionado al ver el chico correr tanto llevando una mujer y las armas que esta llevaba porque no tenían tiempo para quitárselas, además que tenía que ir esquivando balas y recibiéndolas es su cuerpo.
"Director la puerta no aguantará y no creo que esta puerta soporté los golpes" Habló Fiona Ran Winchester, quién es la directora del Hospital General Mochizuki y un miembro de la Black Label. Ella se especializa en la recopilar información para las misiones.