Capítulo 4

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La vida pareció sonreírle a Jimin algunos dos meses después, mientras se encontraba en el pueblo comprando el alimento para su hogar, pues, las trompetas resonaron y la bandera de la victoria fue puesta en el mástil en la mitad de la plaza, Jimin pudo ver la alegría del pueblo al saberse ganador, pero él se sintió emocionado al saber que todo esto acabaría, que los años separados terminaría al fin, por lo que corrió emocionado a casa para poder darle la noticia a su pequeño hijo.

Sintió el viento en todo momento, se encontraba feliz, tan emocionado y en su mente sólo danzo la dicha del reencuentro, pero esta se estropeo cuando encontró a Hoseok de pie frente a su casa.

—Jimin, hola—. Le saludo al verle, parecía cansado o tal vez abrumado.

Jimin solía pensar en sus visitas como un juego de suerte, sus ojos nunca le demostraban la razón de su presencia y a su mente le resultaba muy sencillo malinterpretarla, pero esta vez, pensar mal era lo correcto.

— Lo siento —. Continúo hablando Hoseok mientras se acercaba abrazarle.

Jimin comprendió que estaba consolándole, pero no quería ser consolado. — Yoongi —. Susurro, enojándose y empujando a Hoseok para que le dejara.

— ¿Dónde está Yonnie? —. Pregunto, pero el alfa sólo estaba manteniendo el silencio frustrante en ese momento.

— ¡¿DÓNDE ESTA!? —. Grito con dolor y miedo, uno que fue percibido fácilmente por Hoseok.

— No lo sabemos —. Respondió por fin el alfa.

— Ganamos, pero tanto el líder contrincante y Yoongi han desparecido —. Si, Jimin estuvo sintiéndose mal esos días, pero, solía suceder seguido, y es que diez años lejos, mientras Yoongi estaba arriesgando su vida siempre mantenía a la omega con la plegaria a la luna en su boca.

— ¡Búsquenlo! —.

— Jimin, lo siento, van a declararle muerto —.

— ¿Qué? —.

— Ha pasado dos semanas desde ello —.

— ¿Dos semanas? ¿Por qué hasta ahora me lo dices? —.

— Yo tenía esperanzas de que le encontraran —.

— ¿Tenias? ¡Yoonie no está muerto, yo sé que no lo está! —. Dijo furioso.

— Soy su omega, está vivo, lo siento, sé que está vivo —.

— Sé que está vivo, pus vete, si hubiera muerto estaría en esa línea ahora, pero, han convencido al rey de que ha muerto y eventualmente morirá —.

— ¡No! —. Se quejó ante lo dicho por Hoseok, aunque sabía que era verdad.

— Debo hablar con el rey, debo enseñare que tengo su marca, que sigue intacta porque sigue amándome, porque está vivo —.

— ¿Sabes que sucederá? Iras a prisión y luego... —. No fue capaz de terminar su frase, pues pudo ver el rostro pálido de Jimin al recordar lo que sucedería.

— No, no Jimin—. Trato de tranquilizarlo Hoseok tomándole de los hombros al verle entrar en crisis.

— Jungkook te necesita ahora —. Le recordó, pues eso podía mantenerle cuerdo ahora.

— ¡No puedo dejarle morir! ¡Hoseok, por favor! —. Suplico con su alma en pedazos. —¡Por favor! —. Sollozo con fuerza.

— Yoon debería de volver ahora, debería, lo prometió —. Jimin pareció soltar esas palabras para sí mismo que para Hoseok, aún así el chico le abrazo.

Di mi nombre (Historia corta) [YOONMIN] OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora