un día, a Volkov se le hace tarde y olvida sus supresores
Oh no...
Ahora todos sabrán su pequeño secreto
• historia corta
• omegaverse
• Volkov Omega sisi
• parejas secundarias; Gustabo x Horacio, Greco x Leónidas
• contenido +15
Joder, un aroma muy dulce para su gusto, demasiado dulce y notable.
¿Acaso un omega-
No, eso es imposible, TODOS sus oficiales eran alfas y betas, absolutamente todos.
¿Y si es un civil?, Uno no puede estar tan idiota para salir a la calle en pleno celo.
Por mientras no le tomará tanta importancia, ahora le importaba encontrar al comisario ese que le toca tanto los huevos.
Le preguntó a unos alumnos si lo habían visto, le dijeron que lo vieron salir del baño de manera "sospechosa", algo que sin duda confundió.
- por cierto, super, ¿Acaso pusieron un nuevo limpiador con olor a vainilla?, ¿O por qué huele tanto en el baño? - Un alumno lo paró con esa pregunta, extrañandole cada vez más aquel asunto.
- ...eso es lo que voy a averiguar - Dijo yéndose, siguiendo aquel aroma que empezaba a gustarle.
Llegó a la puerta del parking, donde vió al ruso querer abrirla, y sus sospechas se hicieron cada vez más grandes.
- hasta que por fin te encuentro, mariconeti - Le habló captando su atención, pudo notar que aquél aroma se hacía más grande, y cada vez le atraía más.
- ah, Conway, ¿Que se le ofrece? - Intentó esconder sus nervios, también tratando de esconder aquel estúpido olor de mierda que se carga.
- ¿Dónde ibas con tanta prisa? - El tono de voz que uso el alfa no le agradó para nada.
- eh..., Tuve una emergencia con mi, ¿Gata? - Aveces se odiaba, está era una de esas veces, pues no se le ocurrió otra excusa más estúpida.
- ...ven conmigo - Le ordenó caminando hacia su despacho, estando pensativo sobre aquella escena.
Volkov estaba indeciso si seguirle o no, enserio necesitaba ir a su depa y tomarse aquella pastilla, pues no aguantaba el dolor y la incomodidad de aquella situación.
Al ver qué el mayor estaba en una lejanía adecuada, cruzó la puerta y corrió al parking, sintiendo su sangre harder al igual que su rostro.
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La patrulla iba en silencio absoluto, ninguno de los dos querían hablar, ambos atrapados en sus pensamientos, uno maldiciendo a la vida y el otro tratando de poner su mente en blanco.
La radio reproducía una canción que le gustaba a ambos, love of my life - Queen, una canción que ambos le gustaban, y era perfecta para hablar de tus sentimientos, ¿Verdad?.
Greco apretaba fuertemente el volante, poniendo sus nudillos de un tono blanco, estaba nervioso, y ni siquiera sabía por qué, solo sabía que tenía miedo.
Ambos sabían que tenían que romper ese doloroso silencio, pero ninguno sabía cómo, no tenían muchas ganas de hablar realmente.
- está nublado, al parecer va a llover - Leónidas tuvo los huevos de por fin romper aquella tensión, dejando salir el aire de sus pulmones que llevó guardando desde que entró al auto con el comisario.
