Cronicas "Bell Cranell".

Crónicas "Bell Cranell" [16]

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DETALLES Y ORTOGRAFÍA [COMPLETADA]

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En una gran sala que tenía un solo corredor hacia delante y una escalera hacia atrás. Se encontraba un joven de cabello blanco. Delante suyo había dos gigantescas bestias. Una parecía un demonio sacado de una pesadilla y la otra parecía algún tipo de monstruo marino.

El joven que estaba parado al frente estaba sosteniendo su brazo. El estado de esa parte de su cuerpo era bastante deplorable por una circunstancia que había ocurrido hace solo unos minutos.

Ahora mismo, él se encontraba siendo como la presa de estas criaturas. Sin embargo, para el no era exactamente lo mismo.

– En ese momento, Bell saco su espada. Aunque su espada tenía un nombre, Bell no la llamaba por su nombre porque no era de su agrado. Sin embargo, la llamaremos tal cual porque acompañara un buen tiempo a Bell. –

Bell saco su [Espada], nombrado por Cooper como [Double-edged sword], exactamente por el mismo significado del inglés al español.

Con la mirada expectante de un dios, y luego la pelea comenzó. El monstruo con cuerpo femenino, y de color negro se movió a gran velocidad saltando hacia el techo, e impulsándose con ambas piernas hacia Bell. Bell salto hacia atrás, poniéndose fuera de alcance, y llevando hacia atrás su espada para dar un golpe.

Sin embargo, el otro apareció de pronto, saltando por encima, tratando de encajar un golpe potente de su brazo con forma de pinza. Al instante, Bell lo bloqueo desviándolo con la espada hacia arriba. 

Swosh. ~

Chispas aparecieron al chocar. Bell agacho su cuerpo, y empezó a correr para lanzar una patada desde el suelo, lanzando hacia arriba el cuerpo del monstruo.

Goaaaaah. ~

Sonido de choque. ~

Cuando el monstruo fue clavado contra el techo de una patada, el otro lanzo algo.

"Ah..."

Bell se sorprendió un poco por las cosas que se acercaban. Bell se hizo hacia un lado para evitarlo. Sin embargo, como su brazo no le respondió adecuadamente, este se quedó un segundo más atrás que su propia orden. Un poco de sangre salió, derramándose en el piso como salpicaduras. Recibió un largo corte.

Bell giro sobre el suelo, terminando arrodillado, sosteniendo su peso.

"¿Ahmm...?"

El monstruo había estirado sus brazos de la nada. Se habían estirado como si fueran algún tipo de material flexible, pero cuando Bell sintió eso, cortando a través de su piel deteriorada, supo que no era lo que parecía. No obstante, pese a verse herido, él mostró una sonrisa.

En ese preciso momento, ante los ojos de Bell, apareció algo destellando. Un aura dorada lo cubrió, provocando que los monstruos se vieran como si estuvieran algo sorprendidos.