Crónicas "Bell Cranell" [17]

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– Bell tomo el camino hacia la siguiente sala. El altar falso, construido por código A - el subordinado del dios de la mazmorra artificial, se encontraba dos pisos más abajo. Ahora que él se había hecho con una escena, hace unos momentos. Quería llegar hasta el final. –


– Bell también había conseguido eliminar el daño que le había sido infringido. Quizás no estaba al 100%, pero estaba mejor que hace 20 minutos. Mientras bajo los peldaños, cuerpos humanos destrozados se mostraban en el camino. El destrozo en las paredes era preocupante. –


"Un monstruo capaz de hacer esto". – Susurro Bell. –


– Las paredes tenían diferentes marcas demasiado profundas. Sin embargo, esas no parecían marcas de garras. Parecían mas que alguien hubiera arrastrado a alguien mientras lo golpeaba contra la pared. Sangre corría por las marcas. Tal vez porque Bell había vivido cosas similares antes, tal vez por eso no pareció sorprendido en lo absoluto. Simplemente especto todo como preguntándose – ["¿Qué clase de monstruo me encontrare?"] – Además, por alguna razón, había sonreído, como si estuviera emocionado. –


– Bell activo su habilidad. –


[Detección].


– Una onda sale disparada de Bell. La onda busca cualquier forma de vida, y si encuentra alguna esta se la muestra en un mapa blanco en su mente. –


– Mientras la onda empieza a cubrir un radio de 500 metros, luces deberían mostrarse. Ya sean animales, humanos, monstruos, mutantes, dioses o cualquier otra forma de vida, deberían ser mostradas. Sin embargo, no había nada. Ninguna forma de vida, en un radio de 100, nada a los 300, nada a los 400... – Entonces, recién algo aparece. Una pequeña luz parpadeante que empieza a moverse. La luz se vio solo por 1 segundo, y luego... desapareció. –


– Ante lo sucedido. Bell mira hacia la dirección de la luz parpadeante. –


"..."


"Era... bastante intenso".


– Otra cosa importante de la habilidad detección, era la intensidad. Entre más intensa fuera, los centros se hacían más blancos. Se puede ver así. Los aventureros con falnas, tenían un color gris en el centro, pero era casi imperceptible, por lo que era más fácil mencionarlos como negros. Esa distinción, podía ser notado fácilmente por el portador. –


– Bell toma el camino, corriendo directamente. En su camino los cuerpos continúan apareciendo. Lo peor de todo fue el olor, ya que habían pasado bastantes horas desde que ellos fueron asesinados. Bell toma la otra manga y se la ata, en forma de mascarilla. –


– ...


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–En la superficie, Aiz se encontraba en medio del almuerzo. Aunque un poco tarde, ella continuaba comiendo, cansado, con su cabeza meneándose de un lado hacia el otro. Pronto ella se iría a dormir, aunque no lo quisiera. Rivéria se le acerco lento y con cuidado. –

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