CAPITULO 31

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Amanda...

Despertar de un sueño tan profundo, me sentía agotada de tan solo abrir los ojos, volver con Tristán, me sentía tan confundida, tal y como lo dijo el, estaba toda rota, fisuras en las costillas, mi hombro fuera de su posición, pierna rota y cabeza a punto de estallar. A eso sumarle que estaba embarazada de gemelos, era como un sueño, aunque no sabía si era bueno o malo. Era raro. Siento que estuve en otro lado mientras dormía. Tenía un sueño confuso de un niño junto a mí en una banca mientras yo estaba en el suelo con todas esas personas a mi alrededor después del accidente. Ya casi no recuerdo lo que el niño me decía, estaba un poco borroso, se sentía real pero falso al mismo tiempo, casi como una alucinación, lloraba y reía, estaba nerviosa y me tensaba, casi no me dolía nada más que la cabeza, pero sabía que era por que tenía mucha droga en mi cuerpo. Vimos a los niños en una ecografía, aun no entendía cómo es que tenía cinco meses de gestación y no lo supe, no tuve nauseas, mis periodos llegaron irregulares en menos abundancia, claro, debí suponer algo, pero creí que era por todo el estrés que sentía y estaba reprimiendo, hasta ahora recordé que comía mucho y por eso salía a correr, porque había noches en las que me levantaba por comida como si no hubiese comido jamás. Lo que podía notar ahora es que sentía que tenía todos los estados de ánimo que existían. A ratos cuando estaba en silencio recordaba ese sueño tan extraño. Pero ahora estábamos embobados viendo las imágenes de la ecografía

- Son perfectos.

- Si lo son, igual que tú.

- Ay mujer no digas esas cosas, que no estás en condiciones para ultrajarte – le sonreí, extrañaba esos coqueteos – creo que hare una copia de esta y la pondré en mi billetera junto a sus hermanos.

- ¿Crees que puedan parecerse a ellos?, jamás vi a una foto de tus hijos. – saco su teléfono entro en la galería y había imágenes de ellos, Lucy era tan bella, Philippe el más pequeño era exquisito tenía mucho de la risa de Lucy luego me mostro una de Erick, un momento. No. Esto no podía ser, esos ojos...mierda

- Mierda...- Tristán me miro ceñudo

- ¿Qué sucede? – no tenía palabras, yo estaba alucinando, no, de algo estaba segura es que no lo estaba, jamás había visto a Erick... - Amanda...

- El, Erick es...- la puerta se abrió en ese momento mi cabeza dolía, pero ahí estaban todos Emily, Felipe y Antonia, Lily y Ryan. Estaban todos.

- ¡tía! – los niños corrieron hasta mi cama

- Con cuidado niños, la tía esta delicada...- comencé a llorar de emoción, por todo, por tenerlos, por lo de Erick, por el embarazo, los niños venían con globos de colores y peluches.

- Hermanita ¿cómo estás?

- Estoy mejor de lo que me veo, serás tía al parecer...

- Lo sé cariño ¡felicidades! – me abrazo tiernamente

- ¿Qué?, ¿todos lo sabían? – la respuesta fue un sí a coro entre risas y lágrimas.

- Vaya susto Amanda. – Ryan, como lo extrañaba, pero no sabía en que estaba esta situación, entre Tristán y el.

- ¡amiga! Te extrañe, ¡no vuelvas a cruzar así en tu vida! – mi querida Lily

- Gracias por venir, los extrañe a todos, ¡sobre todo a ustedes! – mire a mis sobrinos ellos se abalanzaron hacia mí y no me importo el dolor, ya quería ir a casa.

Después de casi un mes en el que estuve en cama de ese hospital, al fin obtuve el alta para ir a descansar y hacer reposo en nuestro hogar, estaba algo agobiada, mis heridas aun dolían un poco pero me sentía mucho mejor en ese aspecto, pero había mucha atención sobre mí, y no estaba preparada para eso, Tristán estaba preocupado cien por ciento de nosotros tres, mi barriga había crecido en este mes todo lo que no creció en los primeros cinco, lo note una mañana cuando me encontré desnuda frente al espejo de mi habitación, una barriga abultada increíblemente hermosa, pechos enormes creo que era lo que más le gustaba a Tristán, y el trasero de señora, sentía ganas de salir a correr pero mi pierna me impedía hacerlo hasta el momento, y en realidad Tristán no me dejaba hacer nada, extrañaba hacer el amor con él, las hormonas me tenían alborotada pero mi super novio no quería romperme. Los problemas con Ryan al parecer estaban bien, aunque yo no había conversado como correspondía con él.

¿Y  si fueras tu?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora