Capítulo 1: Heridas de guerra

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La Segunda Guerra Mundial terminaba siendo el conflicto más brutal y destructivo de la humanidad y dejando sobre él las sombras del holocausto nazi. Podía ver como volvía el ejército celebrando la victoria, yo aún no podia permitirmelo, habían muchos soldados heridos, la mayoría de ellos necesitaban amputaciones.

-¡Ayuda! - gritaban muchos de ellos-.

Corro rápidamente hacia un soldado cuyas piernas están completamente destrozadas.

- Necesita amputación - grito llamando a mi compañera para que me ayude a pararle la hemorragia.

Voy rápidamente a coger más material necesario para la amputación. Cojo el material, lo llevo hacia la camilla del soldado y empiezo a amputarle las piernas mientras mi compañera lo sujeta.

Durante estos años pude ver muchísimo dolor, para muchos de ellos su vida ya no será la misma. Quedan secuelas físicas y mentales, a algunos les recordaran lo valientes que fueron y a otros solo les vendrán horribles recuerdos a la cabeza.

- ¡Sara! - grita mi compañera- ven a cambiarle la venda a este hombre - me dice.

Me dirijo hacia la camilla del hombre sumergida en mis pensamientos, cuando de repende me choco con alguien y se cae al suelo.

- Lo siento mucho - digo mientras le ayudo a levantarse-.

Tiene una de las piernas vendadas.

- ¿Que te pasó? - pregunto mientras miro su pierna-.

- Me dispararon - dice este mientras me mira fijamente-.

- Lo siento mucho de verdad, ¿te duele? ¿necesitas ayuda? - pregunto preocupada-.

- Tranquila, no pasa nada, ya se me está recuperando - dice dirigiendome una sonrisa-.

- ¡Date prisa Sara! - grita la otra enfermera-.

- Perdona, me tengo que ir - digo mientras empiezo a alejarme-.

- ¿Nos volveremos a ver? - pregunta este en voz alta-.

Me giro dirigiendole una sonrisa, "nos volveremos a ver..." pienso.

Acabado mi trabajo vuelvo a casa, me quito la ropa y me meto en la ducha para quitarme toda la sangre. Cuando salgo de la ducha tiro toda la ropa a lavar y me tumbo en la cama para descansar.

- Por fin ha acabado - me digo a mi misma-.

El ViolinistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora