Capítulo 4: La Cita

15 2 0
                                    

~ Nathaniel ~

Anoche llegué tarde al hotel, nos fuimos de celebración y mis amigos se emborracharon a más no poder. Cuándo volvimos caimos todos muertos.

Me tumbé en la cama y al cerrar los ojos vi su rostro hermoso, su piel suave y blanca como la nieve, sus ojos color azul que me atraparon desde el primer día que la vi, su pelo marrón que caía en ondas sobre su rostro, su sonrisa tímida... Todo de esa mujer me vuelve loco. 

- ¿Quién era? - me pregunta Cameron dándome un codazo-.

-¿Quién era quién? - pregunto desconcentrado--

- Sabes perfectamente a quién me refiero, la chica con la que estabas hablando ayer - dice sonriendo-.

- El amor de mi vida - digo mientras se me escapa un sonrisa-.

- ¿Cómo que el amor de tu vida?¿Os conocéis de algo? - pregunta Cameron tratando de comprenderlo-.

- Nos conocimos al acabar la guerra, me enamoré de ella a primera vista. ¿Nunca te ha pasado que miras a alguien y sientes que todo a tu alrededor desaparece, que tu corazón está a punto de salir del pecho? - digo pensando en ella-.

- Hace mucho que no veo ese brillo en tus ojos - dice mirándome fijamente-.

- Esta mujer me devuelve la vida y no lo sabe... - digo bajando la mirada-.

Tras un rato hablando nos vamos a desayunar junto al resto del grupo.

~ Sara ~

Anoche a penas dormí pensando en él. Mechones de pelo negro caían por su cara tapando la mitad de su rostro mientras tocaba el violín, sus ojos marrones cuando me miraban me llevaban a otra dimensión, como si fuera una especie de diosa para él. 

Tras un rato pensando me decido levantarme de la cama y preparar el desayuno porque ya era tarde y tenía que empezar a escribir la postal para Anastasia y enviársela. De repente alguien toca a la puerta, me acerco para abrirla y me quedo alucinando.

- ¿Me echabas de menos amiga? - dice Anastasia riendose por mi expresión-.

- Estás loca, ¿qué haces aquí?, claro que te echaba de menos, pasa - digo aún sin creermelo- te estaba escribiendo una postal para enviártela.

- Estaba aburrida así que pense, ¿por qué no ir?, alomejor estabas aburrida - dice sonriendome- me tienes que poner al día, ¿qué tal el concierto de ayer? - dice sentada mientras me coje la mano y me mira curiosamente esperando una respuesta-. 

- Fue hermoso, no pude evitar llorar - digo mirándole-.

-¿Hay algo más verdad?, lo noto en tu mirada - dice-.

- ¿Te acuerdas del chico con el que me encontré cuándo acabo la guerra?, es violinista de esa orquesta - le cuento-.

- Wow, que inesperado, ¿y que pasó? - pregunta impaciente-.

- Al acabar el concierto vino corriendo hacia mi y se presentó, se llama Nathaniel. Tras un rato hablando me pidió una cita - digo sonrojandome-.

- ¿Cuándo es la cita? - pregunta-.

- Esta noche - contesto-.

- ¿Y qué haces aquí parada en pijama?, vístete que nos vamos a comprarte algo - dice ésta mientras me levanta y me empuja hacia la habitación-.

Al acabar de vestirme nos fuimos de compras, entramos en una tienda bastante grande. Anastasia me escogió una serie de vestidos y me obligó probármelos todos. Finalmente me decidí por uno blanco con volantes.

El ViolinistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora