Capítulo IV Ollivander's

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La primera impresión de Pénelope de Ollivander's era que el negocio hacía demasiado contraste con el resto de los locales. Algunos eran verdes, otros amarillos, otros escarlata y otros azules, todos con tonos fuertes y vivos, en cambio, este, era lo opuesto, con paredes desgastadas y polvorientas vidrieras lo hacían único en todo el Callejón Diagon.

Cuando entró, una campanilla resonó en el fondo del negocio. Era un lugar pequeño, vacío salvo por una sola silla, alta y angosta. Penélope sintió que era un lugar en que mantener silencio era esencial. Ella miró las miles de cajas angostas, apiladas prolijamente hasta el techo.

-Hola, buenas tardes -dijo una misteriosa voz. Un anciano estaba frente a ella, tenía grandes ojos y pelo canoso.

-Hola, ¿es usted el señor Ollivander?- dijo ella, asombrada por la repentina aparición del anciano.

-El mismo, ¿Y tu eres...?

-Penélope Northwest, señor.

-Mmh... Northwest... -dijo él pensativo- ¿Eres, por casualidad, pariente de John Northwest?

-Sí, señor. Es mi tío, vino conmigo hoy pero está comprando mis libros.

-Tu tío me compró una varita muchos años atrás... Era de 28cm, acebo y núcleo de pluma de fénix. de dijo él 

- Bueno, empecemos. Mhhh...- añadió, pensativo y repasando las cajas con el dedo- Sauce, 20cm, núcleo de pelo de unicornio, flexible y cómoda.- dijo él agarrando una caja y sacando una varita de ella -Toma -  dijo.

- ¿¡Unicornio?!- gritó completamente asombrada.

- Si, unicornio...- él la miró extrañado.

Penélope la agarró y la agitó, un florero se destrozó y muchos cajones se abrieron y dejaron caer todo lo que tenían adentro.

No, esa no.- era obvio pero lo aclaró igualmente- Oh, ésta... 23cm , hecha de vid, núcleo de fibra de corazón de dragón, rígida y gruesa.- se la alcanzó

Penélope no dijo nada pero se asombró tanto como cuando le dijo que los unicornios existían. Cuando la agitó pasó lo mismo que la vez anterior, TODO SALIÓ VOLANDO e hizo un revoltijo de vidrio,papeles, madera y otras cosas en el suelo.

- Hmm... Oh, 26cm, hecha de pino, suave y con núcleo de pelo de unicornio.- la miró esperanzado de que sea la indicada

La agarró, hizo un movimiento extraño con la mano, y no hubo ninguna catástrofe, de hecho, sintió como si todo estuviese bien en el mundo... Era una sola con su varita, era hermoso.

Sin necesidad de aclararlo, el anciano dijo:

-Esa es...

-Si...


 Le pagó al señor Ollivander los 5 galeones y salió apuradísima a buscar a su tío. Luego de un momento se dio cuenta de que no sabía en qué tienda de libros estaba su tío(había unas 4), decidió entrar a una que estaba muy cerca de Ollivanders, luego se dio cuenta que no era una librería común, era fría, oscura, con paredes de concreto y estanterías con 3 o 4 libros cada una...La librería hacía que Ollivanders pareciera incluso cálido y acogedor. Salió de ahí lo más rápido que pudo, (el local era casi aterrador), y reparó en que por fuera la casa era de un rosa chicle con muchos libritos de colores pintados. Le hizo acordad a la casita de Hansel y Gretel, hermosa por fuera, oscura y retorcida por dentro.

 Fue directo a la otra librería, y a la primera persona que vio fue su tío, el lugar era enorme pero estaba él solo. Después de unos segundos vio que en la librería también había una chica de unos 20 o 25 años muy flaquita y vestida del mismo color que las librerías, estaba casi camuflada. Acababa de entrar y la chica le preguntó a su tío algo que sonó másomenos como a un "...algo máss..." casi que sin acento y por lo tanto no parecía ni una pregunta ni una afirmación. Mi tío le respondió que no, que eso era todo, se dio vuelta y dijo:

-Eh, ya volviste. ¿Como fue todo, tienes tu varita?

-Si, tío.- le dijo muy sonriente. Tenía una varita, iba a poder hacer MAGIA. Magia... Si eso era un sueño, era el mejor sueño de la historia de la humanidad.

- Bueno, entonces-le dio unos puñado de galeones a la chica- vamos a comprar... ¿Qué falta comprar?

-Emhh... Las cosas de pociones, ¿no?

- Oh, si... Vamos- agarró los libros y los puso en su maleta, era muy raro ya que la maleta no parecía suficientemente grande para poder guardar esos libros.

Pasaron al lado de unos 20 edificios de muchos colores, con ventanales, con stock fuera y dentro, con pinturas, con animales en jaulas, con libros, con cosas flotantes en frascos y muchas cosas más..

Cuando llegaron a la droguería un hombre los atendió, era masomenos de a edad de su tío, pero estaba completamente  apagado, como si no hubiese ni una pizca de vida en su interior, tenía cara amargada y estaba completamente serio. 

Le pareció que se miraban mal, como si fuesen antiguos némesis, y su tío le dijo:

-Buenos días, Aamon...- cuando terminó de decirle eso exclamó un "ghh" o algo así, como de asco.

-Buenos días, Northwest. ¿Tu hija?- dijo el tal Aamon y la señaló. Por cortesía, pero una cortesía completamente fingida y distante.

-No,.. sobrina.. Este año va a Hogwarts, necesita un poco de lo básico, para primer año- si bien las palabras no eran nada malo, la forma en que se miraban y hablaban le demostraba que se odiaban mutuamente, y no hacían lo imposible por ocultarlo

-Ahí va- se fue por una puerta casi oculta en la pared, pero estaba segura de que había dicho una grosería por lo bajo

Miró a su tío como diciendo "¿qué acaba de pasar? ", y le respondió con un gesto de la cabeza: "luego te explico "

Aamon volvió con una bolsa que tenía varios pequeños frascos con cosas de lo más extrañas adentro, también venía una balanza. Volvió a pasar por la puerta y regresó sosteniendo un caldero(le parecía raro que vendieran calderos ahí ya que había locales enteros dedicados a ese objeto)"Págame y sal de mi local, Northwest" Le pagaron y salieron del local rápidamente.

-Falta el telescopio, "Northwest"- dijo ella como haciéndole burla- ¿¿Quién es y que pasó entre ustedes ustedes??

- Nada...

Lo miró diciendo "¿como que nada?":

- No debes decirle a nadie, ok?

-Ok...- dijo ella ansiosamente.

- Eramos amigos en la escuela, él era Gryffindor... Cuando cursamos 3ro  se dieron cuenta de que era un squib y lo sacaron del colegio.- no le dio la posibilidad de interrumpirlo y dijo- Un squib es alguien de familia mágica pero que no tiene magia.

-¿Y porque se pelearon?

- Yo no lo defendí para que pudiera quedarse en el colegio. No estoy orgullosos de eso.. -agregó

- Pero si no tenía magia, ¿para qué quedarse en un colegio mágico? 

- Eso es lo que pensé en ese momento.. Pero cuando pasaron los años, me dí cuenta de que fue un acto de completa deslealtad.. Lo entenderás cuando seas más grande.

Penélope odiaba que le digan "lo entenderás cuando crezcas" o "cuando seas más grande te dejaré hacer eso", ¡¡era muy injusto!! Ella no tenía la culpa de ser menor...

Compraron el telescopio e una tienda y regresaron a casa en taxi.





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Gracias a @Momito287  por la idea;

te dedico el cap. , uwu


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