Seis días (Decepción) COMPLETA [+18]

Capítulo 46 Seis días (Decepción)

46.

Creo que aun no soy consciente de lo que va a ser mi vida a partir de ahora.
Creo que aún no soy consciente de que Dominic es famoso, rico y el padre de mi futuro hijo. Y de lo que aún no soy consciente del todo es que fuera del edificio hay al menos 50 periodistas con sus respectivos micrófonos y cámaras esperando a que únicamente yo salga de aquí.

Quieren ver mi barriga, aunque aun ni siquiera se note, quieren verme junto a Dominic y si, esta vez soy yo el centro de atención de todo el revuelo que hay montado en la puerta del gigantesco edificio.

Hace unas semanas huí de toda mi vida para poder recuperarme de la toxicidad de esta misma, incluyendo amistades, novio, prensa y casi hasta la familia.
Que difícil fue todo, pero por fin me di cuenta de lo que quería en mi vida y lo que no, y por suerte este hombre tan maravilloso y famoso es sin duda lo que hace que mi vida esté completa y plena.

Ahora me siento preparada para afrontarlo todo, entre comillas, no es fácil ser el foco de atención de algo, como por ejemplo serlo por ser la novia de Dominic Sherwood, y eso no es todo, si no que debido a su fama de mujeriego, aun llama más la atención de los periodistas. Por lo tanto, el revuelo es aun mayor. El soltero de oro por excelencia, ha sido atrapado por una chica, y no solo eso, si no que también están esperando un hijo juntos. En este caso creo que es un poco diferente, ya que voy a ser el foco de atención por mi misma, por el hijo que llevo dentro de mi.
Acaricio mi barriga mientras se van acercando a mi, dos personas acompañadas por Donna, que intuyo que serán los de seguridad.

- Señorita Flores soy Enzo Lautner - me tiende su mano y la acepto devolviéndole el saludo. No debe ser muy mayor, quizás... unos cuarenta años al igual que su compañera. - ella es Mirtha Smith, seremos quienes nos encarguemos de su seguridad en estos días así que para lo que usted necesite aquí estaremos. - Intento hablar, pero el hombre se ve bastante imponente - No debe preocuparse por nada, no corre ningún peligro, solo estamos para ayudarles en momentos un poco mas agobiantes e incomodos debido a la gran afluencia de periodistas. - asiento.
Me sorprende su facilidad para hablar en Español y por supuesto su envergadura ya que es un tipo enorme, con una ancha espalda y unos brazos fornidos.

- Por favor llamadme Carmen, nada de Señorita Flores. - digo seria.
- Si al señor Sherwood le parece bien. - Mirtha y Enzo miran a Dominic y el asiente muy serio.

Lo que me faltaba es que ahora también tuviera que decidir Dominic como deben de llamarme, todo esto está cabreándome bastante.

- Está bien Señorita Carmen.- dice Enzo.
- Solo Carmen. - Enzo mira a Dominic esperando su consentimiento y el asiente sin ni siquiera mirarme. Agradezco que no lo haga por que probablemente se lleve una mirada asesina de las mías.
- De acuerdo Carmen. - Asiento satisfecha - Apenas notará que vamos con usted siempre y cuando siga nuestras recomendaciones. Habrá excepciones, sobre todo en los momentos en los que los periodistas le incomoden y yo personalmente tenga que actuar para que no la molesten - Entonces miro a Mirtha esperando que me diga algo, pero no es así, se limita a asentir. ¿Que función tiene Mirtha en todo esto entonces?
- Entendido - digo un poco molesta. No me gusta nada la idea de llevar escolta, aunque me temo que pese a que ha quedado claro, a nadie le importa.
- Están fuera esperando a que digan algunas palabras. - dice Mirtha ganándose mi antención. - Dado que ha quedado inaugurado el nuevo negocio de la señorita Flores, hemos aprovechado junto a Donna para organizar una pequeña rueda de prensa a las puertas del edifico. De modo que contestarán algunas preguntas antes de marcharos.
- ¿No será un problema para el tráfico y los demás negocios del edificio? - digo un poco incómoda.
- Usted no debe preocuparse por eso Señorita Carmen. - dice Enzo - Confíe en nosotros.
- Solo Carmen - le repito enfadada.
- Pues eso, que no debe preocuparse absolutamente de nada si Mirtha, Donna o yo estamos con usted, ¿de acuerdo? - me intimida su cuerpo, pero también su profunda mirada de ojos azules, es un señor muy intimidante.
- De acuerdo - digo desganada y enfadada.