CAPÍTULO 4

2.2K 248 20
                                    


Si que es grande la casa de los Briefs... No me extraña que tengan esa reputación... Bueno, ¿Cómo llamo? Es decir... ¿Qué digo? ¿Soy Goten? ¿Quién voy a ser? Agghh... ¡Qué estúpido! Llevo cinco minutos dando vueltas delante de su puerta, cualquiera que me vea... Pero no sé, hay algo dentro de mi que me hace actuar de una manera distinta, encima tengo que inventar excusas para que mi sobrina no piense que estoy realmente nervioso por entrar a la Corporación.

La verdad es que anoche me sentí extrañamente feliz cuando Briefs me dejó en casa. No soy un chico que tenga muchos amigos, siempre me han preocupado más los estudios que las demás cosas; así, cuando todos salían de fiesta o contaban con decenas de amigos, yo solo disponía de un par de chicos del aula de ciencias y otros tantos de las clases de arte con los que tampoco comparto mi vida, simplemente son personas interesadas en los estudios al igual que yo. Por eso, no estoy acostumbrado a que nadie me trate como lo hizo ayer Briefs. Sí, mi hermano me escucha y me da consejos, pero al fin y al cabo es mi hermano. No sé... ¿Quiere decir que el más popular de la escuela es ahora mi amigo? Bff... Tampoco es que me haya dirigido la palabra nunca, ¿por qué entonces es así después de todo? Aunque...

--Recuerdo--

La clase de ambos muchachos se encontraba en la cancha de fútbol: tocaba educación física. Esa asignatura no le gustaba a Goten, no es que no hiciera deporte, es que él era más de coger un libro y aprendérselo de arriba abajo; todo lo contrario que le ocurría a Trunks, su ceñida camiseta dejaba dibujado sus pectorales, abdominales y cada uno de los músculos de aquel joven: sin duda esa sí era su asignatura favorita.

- Vamos chicos, haced dos grupos y situaros a ambos lados de la línea divisoria; jugaremos a bomba. Este juego consiste en que cada quien debe tratar de dar con una sola pelota a cada miembro del su equipo contrario, quien reciba el golpe de la pelota, será eliminado; de esta forma, ganará el equipo que más integrantes conserve, ¿entendido? – explicó el profesor.

Rápidamente se formó un revuelo intentando que Trunks integrara ambas partes de los equipos; todos sabían el potencial del chico en esa clase.

- ¡Basta! – dijo el profesor tras hacer sonar un silbato que llevaba atado con una cuerda al cuello – ¡Briefs no puede dividirse! A ver... - El profesor en seguida se fijó que los grupos quedaron descompensados; los más hábiles se habían colocado juntos, dejando a los chicos que consideraban peores en el otro – Briefs, tú irás en este equipo.

- ¡No! ¡Profe, no es justo! ¡Vamos, profe! – Se empezó a oír por parte del equipo contrario, que ya se veía ganador.

- ¡Silencio! He dicho que va aquí y punto.

Trunks ni si quiera se inmutó y se fue hacia el lado que le correspondía, situándose cerca de Goten.

El equipo rival comenzó a tirar la pelota de manera burlesca e hicieron caer uno a uno a sus miembros, dejando a Goten y Trunks solos tras la línea que los separaba. Por su parte, Trunks había logrado sin mucho esfuerzo deshacerse de la mitad de sus contendientes, aunque el problema es que, debido a la torpeza de los miembros de su equipo, le era bastante difícil coger la pelota para tomar algo de ventaja.

En un momento, los cinco jóvenes que quedaban en el lado opuesto se acercaron para hablarse en voz baja sabe Dios qué. Trunks miró de reojo a Goten, éste estaba sudando y juraría que le temblaban las piernas, miró con enfado a los que se hacían llamarse sus amigos.

- ¿Necesitáis cinco personas para tirar una pelota? - gritó

- Tranqui, Trunks, tío, a ti no te vamos a hacer nada – dijo uno de ellos guiñando un ojo.

Al oír esto, Goten tragó toda la saliva que pudo sabiendo lo que se le venía, casi no le dio tiempo a ver como uno de los chicos se acercó más de lo debido aprovechando un descuido del profesor y tiró la pelota de un puntapié hacia su cara. Justo cuando iba a cerrar los ojos esperando el impacto inminente sintió una sombra enfrente de él, increíblemente Trunks se apareció casi como por arte de magia delante de él y tomó la pelota con una sola mano.

- Te has pasado, Ryu. – dijo el pelilila estrujando la pelota con la mirada clavada en el chaval que tenía en frente.

- Vamos, tío, ¿Qué haces? Habría sido divertido ver qué cara ponía el empollón – señaló el tal Ryu.

- No me hace ninguna gracia, no has jugado limpio – sus ojos seguían fijos en los del chaval, fríos como el hielo, y su posición no había cambiado ni un ápice – Pídele disculpas por tus intenciones, eres un cobarde.

- ¡Ja! Tío, ¿Qué coño te pasa? - dijo mientras trató de acercarse amistosamente a su amigo.

- ¡No! - Trunks agarró de la camisa a Ryu y le dejó a pocos centímetros de la cara del pobre Goten que seguía paralizado por todo lo sucedido - ¡Ahora! ¡Pídele perdón! ¡Eres un tramposo! No sabes hacer nada sin tus amigos... - dijo acercándole aún más a Goten.

- Va-vale, tío, lo- lo siento, ¿vale?, perdón... ¡suéltame, Trunks, colega!

Trunks no estaba por la labor de soltar a su compañero, pero el hasta ahora despistado profesor acertó a ver aquella escena y se dirigió rápido a separarlos. Sin embargo, la respuesta que obtuvo fue la de Ryu echándose toda la culpa, quizá fue por aquella última mirada fulminante que le dedicó Trunks antes de liberarle.

El profesor, entendió que el fallo también había sido suyo por la falta de atención, de modo que todo quedó en una riña dejándolos marchar posteriormente.

- Oye... Esto... ¡Briefs! - soltó algo tímido Goten - Em... Gracias, pero bueno, en fin, no tenías por qué...

Trunks se paró a oír las palabras del menor, pero solo le miró de reojo y volvió a emprender su camino sin soltar palabra alguna.

--Recuerdo—

Recordando esto, Goten se sintió aún más extraño pues sí creyó que en ese momento el pelilila le estaba defendiendo, sin embargo ¿por qué no le dedicó ni una triste palabra? Cada pensamiento le hacía meterse más y más en un bucle que al parecer no tenía fin hasta que Pan le sacó de ahí.

- Tito, ya me aburro, ¿podemos ver a Bra, por favor?

- ¿Qué?... ¡Ah! Claro que sí, pequeña - dijo cogiendo a su sobrina por los aires, pues ya se le habían acabado las excusas para seguir por más tiempo en la puerta de su compañero.

Solo tú [Truten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora