↠Steel Hearts. [jake-enhypen]

➴001.

001. En la mira:

•Jihye POV

—¡Vamos apúrate, se nos hace tarde! -fue lo que le grité a todo pulmón a mi hermano menor desde el otro lado de la barandilla.

Tenía alrededor de unos 10 minutos esperando en la cola de la fila de la cafetería de la estación, alegando que era un asunto de vida o muerte comprar dulces y toda clase de chucherías para el camino.

Se suponía que debíamos estar haciendo fila en la terminal de la estación para abordar un tren rumbo a Seúl. Habíamos pasado todas las vacaciones de la escuela en el pequeño pueblo de Busán en casa de nuestra abuela.

—Espera Jihye, el camino será muy largo, y ¿si nos da hambre?

—¡Jungwonie! No tenemos tiempo para eso, mamá nos espera.- vociferé captando la atención de todas las personas alrededor.

—Solo un ratito, por faaaaaa.- dijo alargando la vocal en modo de súplica.

—¡Jungwon!

—Esta bien ya voy, pero no grites, van a creer que somos locos.- dijo cuando finalmente se dignó en caminar dejando la fila atrás.

—No hay tiempo que perder, vamos.

Empujé a mi hermano menor apresurando su paso hacia la cabina del tren antes de que las puertas se cerrasen y perdiéramos el viaje.

Las clases daban inicio al día siguiente y perder el tren indicaba perder el primer día de mi último año; significaba el no tener el mejor asiento frente al pizarrón justo debajo de la ventila de aire acondicionado, ese asiento era un sueño para muchos, una realidad cada año para mi por siempre ser la primera en llegar y este año no sería la excepción.

—Entonces.- rompió mi hermano el silencio con una sonrisa pícara mientras procedía a quitar uno de los auriculares que reposaba en mi oreja.- ¿tu prisa es porque no aguantas las ganas de ver a tu novio hermana?

—Yang Jungwon, te juro por Dios que si aquí no hubieran tantas personas, te golpearía la cara.- Dije en tono bajo para no captar la atención de mi mamá viendo a sus dos hijos siendo infantiles.

—Uuuy, me llamaste por mi nombre completo, mira como ya estás enojada.- dijo tocando la punta de mi nariz.

Yo simplemente me resigné a pellizcarlo en su brazo, cosa que lo hizo removerse en su asiento por el dolor.

—¡Auch! .-se quejó a lo que yo sonreí victoriosa.

—Era lo menos que te merecías, ya te he dicho que no me hables de ese cretino.

—¿Cómo estará ahora? ¿Habrá cambiado en estos meses de nuestra ausencia?

—Por Dios, sólo estuvimos lejos dos meses, el seguirá teniendo la misma cara de orto con la que lo dejamos.

—¿Cara de orto? ¿De que hablas? No puedes negar que el es bastante guapo.- comentó mientras chocaba mi hombro.

—Pues ve y dile que te gusta y déjame en paz de una buena vez.

—No me gustan los chicos.- Dijo rodando los ojos.

—Como sea.- dicho esto procedí a nuevamente ponerme los auriculares volviendo a ignorar al menor.

Regularmente mi hermano y yo nos llevamos muy bien, sin embargo, cada que saca este tema a colación mi humor cambia radicalmente. Y es que hasta su nombre me producía gastritis.

Jake Shim.

El insípido de mi vecino que se había dado la tarea de hacerme la vida cuadritos desde la primaria. Al llegar del pueblo inevitablemente tendría que verle la cara todos los días, mi esperanza era que este finalmente era mi último año en el instituto y quizá con suerte se vuelva a su país natal de una buena vez antes de que yo cometiera un crímen y termine siendo sentenciada a cadena perpetua.