↠Steel Hearts. [jake-enhypen]

➴003.

003. Un golpe de suerte.

•Jake POV.

Y ahí se encontraba ella, volviendo al fin de esas vacaciones que había tomado hace dos meses. Negar que la había extrañado sería decir la mentira más grande jamás dicha.

No veía la hora de finalmente poder verla otra vez, era una chica muy extraña. Tenía redes sociales, sin embargo, ella no publicaba nada sobre ella y eso me hacía extrañarla aún más. Su perfil estaba lleno de los paisajes de los lugares que visitaba, así como también de animalitos que encontraba a su paso.

"La casa de su abuelita tiene una hermosa vista" fue lo que pensé al revisar la última publicación en su perfil con ubicación en un pueblecito de Busán. A ella le gustaba ese tipo de cosas, el contacto con la naturaleza y respirar aire puro y a mi me gustaba ver como el viento soplaba en su rostro, ese color de su alma le iba tan bien con el aura que transmitía por los poros.

Es que ella me gustaba demasiado, y no podía ver nada más en ella que sus virtudes, que eclipsaban en su totalidad sus defectos. Yo en mis adentros deseaba poder acercarme a ella sin tener una excusa de por medio.

—Ella te extrañaba mucho.- le había dicho usando a Layla como intermediaria, queriendo cambiar el "ella" por el "yo". Y no es como si me gustara del todo usar pretextos, quería mostrarme trasparente y que ella supiera lo mucho que me gustaba, pero se que si lo expresaba en un lenguaje de amor, la alejaría aún más y eso de pensarlo me aterraba. Me había conformado con recibir su odio, era eso o nada. Pero es que de una manera u otra tenía que llegar a ella.

Ella iba a un paso muy por delante del mío, y tenía que buscar la forma de alcanzarla.

Y el culpable de todo esto aquí no era nadie más que yo. Estaba muy consciente de que ella me odiaba, y no era para menos. Siempre me comporté de una manera descarada con ella, en mi tiempo de inmadurez, era la forma en que conseguía llamar su atención porque sabía que un ser tan insignificante como yo, jamás conseguiría ni la más mínima atención de alguien como ella, porque ella era especial, única en su especie.

Con mis inmadureces era como si le dijera a gritos "mírame, te estoy molestando, préstame atención", sin embargo, no hice más que ganarme su desprecio.
Ahora en mi madurez, busco la forma de enmendar mi error, comenzar desde cero, pero creo que ahora es demasiado tarde.

Hacía ya bastante tiempo que la había dejado de molestar con bromas tan pesadas como las que le hacía antes, pero ella ni cuenta se había dado. Su odio hacia mi ha de eclipsar todo lo bueno en que he estado trabajando últimamente por ella.

Porque realmente intentaba cambiar para bien, no solo por ella, si no también por mi.

—Quítate, me estorbas.- dijo ella removiéndose

—Si dejaras de refunfuñar tanto, disfrutarías de mi compañía así como yo disfruto de la tuya.- realmente quería completar esa frase que había formulado en mi mente, pero decidí guardármela con tal de que no se sintiera mas incómoda de lo que ya estaba.

Por que que eso era lo que menos quería, que se sintiera incómoda con mi presencia.

Por tiempos aveces pensaba que realmente le importaba, y que usa su odio como un mecanismo de defensa porque tiene miedo, miedo de enamorarse quizá, porque joder, la conocía tan bien.

—¿Aún te duele? ¿Te sientes mejor? ¿Cuantos dedos ves aquí?

El tono en su voz delataba su desesperación y sus ojos fuera de órbita me prendían la chispa de posibilidad de que realmente se había preocupado, de que le importo aunque quiera aparentar lo contrario.