Asesina

2.8K 85 1
                                    

Capitulo l: Asesina

Sentía las gotas de lluvia resbalar por mi cara mientras caminaba hasta mi apartamento viendo a la luna llena que daba reflejo en los charcos de agua aglomerados en el piso, tenía en mi mano izquierda un cuchillo embarrado en sangre de él, en la otra un crucifico el cual se lo arrebate de su cuello, la lluvia había hecho desaparecer un poco la sangre de mi ropa y mis manos. Caminaba por la calle tranquila ya que nadie podía verme al estar desolado por la fría madrugada.

Miraba a la luna con satisfacción, aunque para muchos es una crueldad asesinar a alguien así, de una forma tan fría y dolorosa, para mí solo era una forma de desquitarme de alguien quien me había causado tanto daño en mi vida.

Al llegar a mi apartamento, abrí la puerta, entre, al cerrarla me recosté sobre ella deslizándome hacia el suelo dejando caer el cuchillo de mi mano y apretando el crucifico con la otra. Me levante del suelo dirigiéndome hacia una pequeña caja de madera en la cual tenía una colección de pequeños "recuerdos", con un pedazo de papel que pegue en el crucifico con su nombre y lo guarde dentro.

Entre al baño, me desvestí mientras llenaba la bañera con agua caliente. Me entre en ella, en la cual la poca sangre que aún quedaba en mí se diluyo fácilmente. Empecé a llorar recordando cómo sus manos tocaron mi cuerpo veía las marcas de golpes en mi piel al igual que cortes y lastimados, recordé su aliento sobre mi cara tratando de quitarme toda mi ropa acariciando lugares que nadie había acariciado pero mi suerte era no ser tan débil, lo golpee mientras se quejaba logre huir, desde entonces Rodrigo no había dejado de acosarme, estábamos en la misma universidad, mi miedo se aumentaba al verlo pero esta madrugada todo había cambiado, sería la última vez que lo vería con vida, ni su rostro se podrá ver nunca más.

Me sumergí en el agua de la bañera recordando todo, cuando lo encontré, cuando intento hacerme daño pero esta vez era la última, saque un cuchillo clavándoselo en el abdomen varias veces, mientras se revolcaba de dolor en el suelo pidiendo piedad cortaba su piel varias veces, le oía reclamar piedad, por ultimo haciéndole un corte en la yugular viendo como su vida se extinguía, dejando el cuerpo tirado mojándose en la lluvia.

Al salir de la bañera me envolví en una toalla. Salí del baño dirigiéndome hacia el comedor en la mesa se podía observar la luna atrás de los vitrales de mi ventana. Como se reflejaban en mí. Me sentía una asesina pero me gusta esa satisfacción, me sentía manchada pero no me importaba, tal vez mi alma se quebrantó hoy pero no tanto como las otras veces.

Esta es mi historia, una historia de dolor, desesperación y angustia en la cual verán mi pasado mi presente y mi futuro.

Todo empezó hace varias años atrás cuando yo era una chica de 17 años recién salida del colegió que entraba a la universidad. Entraba a estudiar psiquiatría, algo irónico en estos momentos, claro pero como toda chica me enamore, él se llamaba Joey, era como yo, alguien sencillo que no le gustaba llamar la atención, que dedicaba más a sus estudios que a fiestas.

Nos conocimos en una cafetería de la universidad, donde por casualidades de la vida teníamos una misma playera de la misma banda, conversamos tomamos un café juntos, enterándome que seguía medicina, con el pasar de los días nos frecuentábamos más donde conocí a sus amigos, incluyendo a su hermano el cual estudia ingeniería ambiental.

Meses después Joey se me declaro y nos volvimos enamorados, nuestra relación era normal entre los estudiantes exceptuando que yo aún era virgen y seguía teniendo planes de serlo por mucho tiempo.

Con los meses fui conociendo a su hermano el cual se llevaba bien conmigo, el me conto s que tenía una atracción a mí, decía que le gustaba mi cabello largo, mis ojos marrones, o mis labios.

Al principio pensé que era una broma pero estaba realmente equivocada.

El empezó a acosarme, le dije miles de veces a Joey que Rodrigo, su hermano no dejaba de seguirme, de mirarme y cosas así el solo dijo que estoy paranoica que el solo quieres ser amable conmigo.

Cuando cumplí 19 años todo se volvió obscuro, esa noche fuimos por un trago con Joey, Rodrigo y amigos de la Universidad, después de estar ebrios todos nos dirigimos a nuestros apartamentos, pero después esa misma noches unos toques a mi puerta me levantaron, al abrir era el, Rodrigo el que llamaba, hay empezó todo, como me volví en lo que soy ahora, esta es mi vida, la porquería que mi vida se volvió, el infierno que acabo o eso era lo que estaba pensando.

AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora