¿Qué me quieres decir?
Y de pronto, sus ojos se encontraron. Una gran sensación de dolor atravesó el cuerpo de Zayn lastimándolo por completo. Ella se había convertido en lo más importante en su vida, ella era su necesidad, su vida. Y el haberla lastimado lo hacía sentir como el ser más miserable del mundo, ella no merecía eso y sin embargo a él no le había importado y había jugado con su amor. ______ le había entregado todo su ser y a cambio él solo le devolvía una verdad devastadora.
No, no la lastimaría.
Pero necesitaba ser honesto.
Ella no merecía ese dolor.
Pero debía decirle la verdad.
No quería hacerla sufrir.
Pero no quería seguir jugando con ella.
No quería hacerla llorar...
Pero.. Pero...
-________ -dijo Zayn- ¿Te... te gustaría ir conmigo al baile?
-¡Oh Zayn! -Y lanzándose a él, ______ lo envolvió en un acogedor abrazo y sin poder evitarlo le confesó- Eres lo mejor que me ha pasado en mi vida.
*
Días para finalizar el proyecto: 6.
Con una nublada mañana había empezado el domingo, la alarma sonó pero _______ hizo caso omiso. Quería disfrutar de lo cálida y cómoda que era su cama y solo seguir durmiendo.
*
Emily se reía mientras servía la comida en el refugio. Las personas que compartían alojo con ella se habían vuelto parte de su familia, había aprendido muchas cosas de ellos y cada día su relación crecía más. Al principio pensó que todos los odiarían y verían mal por el simple hecho de ser de otra clase social, sin embargo todo había sido diferente e incluso mejor de lo que se imaginaba. Cada día era como una fiesta y eso le ayudaba demasiado a no pensar en las cosas malas ni en los sucesos que la llevaron a ella y a su familia a ese acogedor lugar.
-¡Emi! -Una pequeña dijo- alguien te busca.
-¿Quién?
-Emily un chico está en la entrada -un niño dijo- y dice que necesita hablar contigo.
Sin pensarlo dos veces Emily supo de quien estaban hablando.
-Es un niño muy guapo -la pequeña dijo- ¿Es tu novio?
-No, -contestó ella fríamente- él no es nadie para mi.
Habían pasado dos horas desde aquel momento, cansada de haber servido comida para 180 personas Emily se preparaba para continuar repartiendo el postre.
-Ese pastel se ve delicioso.
-¿Verdad que si? Mi madre lo hizo hoy en la...
Y al voltear su voz de quedó en el aire y sus pulmones dejaron de funcionar.
-Hola gatita -dijo él con una sonrisa débil y con un plato vació en su mano-.
Las piernas de ella comenzaron a temblar, sus ojos empezaron a picarle y el dolor llegó de golpe. Intentando fingir que no pasaba nada, Emily se recargó en la mesa, rogando que él se fuera, se alejara.
-¿Todo bien pequeña? - Una anciana que estaba sirviendo el postre le preguntó-.
-Si -logró decir ella-.
Y sin decir más, dio la media vuelta y entró a la cocina. Harry no lo dudo y fue tras ella, sin importarle los gritos y regaños de la mujer que serbia el pastel.
-Por favor espérame!
Harry le gritaba mientas veía que Emily se movía entre las mesas y las personas. La vio quitándose el delantal y pasándose las manos por la cara, sus pasos fueron más rápido y entró a la sala, en donde tomó su chaqueta y apresudaramente salió afuera, donde no hubo más obstáculos y donde pudo por fin alcanzarla.
-¡Emily -dijo él- por favor.
Volteándose y quedando unos centímetros cerca de él, Emily se armó de valor y le contestó: -Suéltame por favor.
-No te voy a soltar hasta que hablemos.
-¿Hablar? ¿Hablar de qué? ¿De tu novia Lucy, de lo bien que besa, de lo tonta que fui, de lo mucho que la amas?
-¡Yo no la amo a ella!
-¡¿Y a mi si?!
-Yo...
Y Harry abrió la boca para decir algo, pero se dio cuenta de que si le decía que si -aunque fuera la absoluta y única verdad- estaría mintiendo, ya que si un chico ama en realidad a una chica nunca la engañaría de la forma en la que lo hizo él. Así que totalmente devastado y rendido, hizo lo único que podía hacer en ese caso...
