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El humo del cigarrillo volvió a ser llevado por el viento, su mirada era algo tozca y molesta, sentía su sangre hervir del enojo que iba creciendo en su interior , la ruidosa risa de su amigo pelirrojo no le ayudaba mucho.

Aquel muchacho....aquel maldito Kakyoin se encontraban tomando las manos de __ con cierta alegría como si la conociera de toda la vida y que decir de aquella estúpida perra escandaloza, estaba más que emocionada viendo al pelirrojo.

Camino en silencio y sin dar respuesta a sus actos se paro en medio de los dos para ocultar a __ tras su cuerpo fornido, la curiosa mirada de Kakyoin cayó en su cuerpo junto a una risa divertida.

- Vaya, Jotaro no es común verte en horas tan tempranas en el Instituto - comentó mientras daba unos lijeros pasos intentando ver a __ nuevamente pero Jotaro parecía no ceder y se movia con cierta facilidad ocultando a __.

- debemos ir donde el Viejo que nos tiene una misión... - dijo de forma serían mientras dejaba caer el cigarrillos de su boca y así pisarlo una
Ves este aterrizara en el suelo - los matones de Dio están cerca del limite nuevamente - fueron sus últimas palabras antes de alejarse un poco y notar como Kakyoin aprovechó para abrazar a __ en un silencio profundo.

- le diré a mamá que te envié las  frutillas pronto - comentó con tranquilidad antes de despedirse de __, quien solo afirmo en silencio con una sonrisa lijera y así voltear a ver a Jotaro.

- Jotaro-kun.. - suapiro y agachó su mirada de forma tímida - que tal están tus heridas, están mejor?  - sus manos jugaban de forma nerviosa y su rostro se enrojecimiento levemente,  Kakyoin sonrió ante ello y Jotaro solo le dio la espalda caminando un poco lejos.

....

- se conocen? - cuestión con molestia mientras seguía su camino hacia el límite del este, donde el viejo le dio la indicación de una extraña molestia de usuarios stand ajenos de su territorio.

- ha...hablas de __? , si ella es una amiga de la infancia - comentó de forma clara ante aquella duda, su stand se veía inquieto buscando por los alrededores aquellos matones para acabar con ellos rápidamente.

- con que amigos de la infancia he... - suspiro de forma molesta y sin decir mucho su stand golpeo con fuerza una pared para sacar a uno de los tantos matones de dio.

kakyoin solo sonrió divertido y observo el como su gran amigo descargaba su ira en aquel sujeto, pobre tipo...nadie le había comentado acaso del peligro que corre tras entrar a los rangos y límites del territorio Joestar?.

Con sonrisa en su rostro y completamente confiado Kakyoin le dio la clara ubicación se cada maleante de Dio en el área a Jotaro.

Quien solo afirmo en silencio y comenzó a luchar sin mucho esfuerzo, dejando que la ira creciente en su ser fuera expulsada tras sus finos golpes con Star Platinum.

Los gritos, las súplicas, las peticiones de clemencia y demás información de las tropas de Dio llegaron a los pisos de Jotaro quien sin dar respuesta golpeaba a sus oponentes.

Esos malditos eran unos débiles, apenas soportaban 2 que 3 golpes en el estómago y 1 en la cabeza, inútiles que ni con un arma lograron rasgar sus prendas, aquellos matones no eran los que mencionaban en los principales camaradas de Dio.

Quizá el maldito esta planeando algo peor?.

....

Bajo el cielo nocturno __ se encontraba en el filo de su balcón, observando en silencio aquellas escasas estrellas que iluminaban el ya demacrado cielo nocturno por las luces artificiales, suspiro en colera antes de comer una frutilla que se le había dado.

- estará bien... - su duda fue llevada por el viento de aquella noche, la gorra maltratada de Jotaro se hayaba a un costado suyo.

Observo curiosa aquella prenda que estaba agujereada en la parte superior, aquella gorra con finos toques metálicos de decoración y curiosamente modificada para el cabello de su dueño.

- es un rebelde... - suspiro en silencio mientras se dejaba caer a la silla más cercana y reposar su cuerpo de forma calmada.

- pero a pesar de todo es un buen chico - sonrió con un lijero sonrojo antes de ser interrumpida por su padre.

Un hombre algo regordete pero que mantenía un aspecto elegante ante su fino traje, sus manos enguantadas se levantaron para llamar la atención de __, esta suspiro sabiendo la petición que le haría su padre.

- El esta aquí, debes venir a saludarlo y dar tus palabras para confirmar el compromiso.

__ suspiro, se levantó y acomodo con rapidez su vestimenta, a pesar del año en el cual estaban...aun había compromisos por beneficios de sus riquezas.

Observo con cuidado su rostro en un espejo notando que todo estaba en orden, suspiro y salió de su habitación junto a su padre, Los escalones fueron ruidosos ante sus pasos nerviosos.

- Disculpen la demora - Comentó la final voz de su madre mientras fingía tener simpatía con uno de los tantos invitados.

Cuantas veces han intentado comprometerla?...ya había perdido la cuenta, Al entrar al Salón principal observo a unos curiosos chicos de cabellos rubios, similares pero a la ves diferentes.

Mientras uno mantenía una pose digna de un caballero el otro tenían un aspecto algo más simple.

- Señor Brando, le presentó a mi  hija menor, su nombre es __ __ - me presentó mi padre mientras yo solo desviaba la mirada en total silencio.

- es un gusto señorita...Estos son Diego y Dio..lastimosamente aun no llega uno de ellos...

Con tal repugnancia el señor observo el asiento vacío   ,suspiro y mostro una foto del faltante.

- este es Giorno, es de la misma edad que __

En silencio __ solo observo la pequeña reunión, proposiciones y demás aspecto a legales para dar inicio anuncio compromiso.

Colaboración de su parte para conocer a cada uno y el escoger a uno de sus "pretendientes" Para casarse.

El señor Brando, un hombre de negocios para vino de alta calidad, su empresa se dedica a eso, dar la venta de la mejor marca se Vino del país , su claro gusto hacia los tragos le llevó a tal grado de abrir su propia empresa por aquel vino que logró crear en su juventud.

Mientras __ analizaba las formas correctas de rechazar aquel compromiso, los ojos de aquellos dos presentes no se despegaba de ella.

Aquellos dos jóvenes la miraban con unas sonrisas algo torcidas, uno más que el otro.

Dio....Dio....habia escuchado ese nombre en algún lado más su mente se veía atascada por las constantes preguntas que el señor Brando le hacia.

Dio....

.........

Continuará....

Peligroso (Jotaro x Tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora