Capítulo 30

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Jirou abrazaba la almohada en sus brazos con fuerza mientras que pensaba en cómo contaría su pasado.

"No hay necesidad que lo pienses demasiado, jirou. Dilo y ya"

Mencionó izuku sentado sobre sus piernas con una sonrisa.

"Yo...cuando era un feto...me comi a mi hermana"

Un silencio abarcó el lugar y ella no notó una mirada diferente en el peliverde, sus ojos no se desviaron a ningún otro lado, aun estaban fijos sobre ella.

"Cuando mis padres supieron eso, se asquearon...desde allí comenzó mi vida al nacer con indiferencia e ignorancia. Cuando cumplí 4 y desarrollé el quirk igual de mi madre, su atención subió un poco, pero luego desarrollé el quirk Maxi y todo giró"

"Mis padres dijeron que "ese es el quirk de tu hermana" y solo retrocedieron en miedo y asco con solo verme. Nunca me prestaban atención, siempre creía que la única en esa casa era yo...y te conocí"

"¿Eh?"

"¡nada de ¿eh?, idiota, ¿no lo recuerdas?!"

"¡n-no!"

"¡recuerdalo!"

"¡no puedo así como asi!"

"¡era pequeña, así de pequeña. Además me invitaste a un puesto de ramen con Soma!"

"¡soma-sensei....espera lo recuerdo. ¿Eras tu?!"

"¡nada de eras tu, por su puesto que era yo. Idiota!"

El silencio reinó en el lugar mientras que el peliverde se levantaba y se sentaba a un lado de jirou.

"¿Aún hay mas?"

Le preguntó y ella negó.

"Desde entonces solo era yo, sin padres que me apoyaran, siempre golpeándome cuando estaban ebrios o lanzando lo que sea que tuvieran a la mano. Je, aún tengo la cicatriz que me hizo mi padre"

Ella movió su cabello del lado derecho y el peliverde abrió los ojos sorprendidos.

Era un corte desde la parte de atrás de la oreja hasta unos 7 cm hacia abajo.

No se le podía notar por su cabello el cual ocultaba esa marca.

"¡¿por qué no dijiste nada?!"

"¿y a dónde iría, izuku?...un orfanato habría una alta probabilidad en que me pasara lo mismo otra vez. Decidí callar, no tenia más oportunidades. Solo quería esperar a que cumpliera la mayoría de edad para salir de esa casa"

"Trabajé con soma un tiempo, dejaste de ir y eso lo puso triste de que su cliente favorito no le visitara. Compré mi departamento algo pequeño cerca de aquí antes de que hicieran los dormitorios. Y aquí me ves"

Ella apoyó su cabeza en el hombro del peliverde.

"¿Que piensas ahora de mi?"

Le dijo y el peliverde no respondía durante varios segundos.

"Nada ha cambiado, no tienes la culpa de que eso sucediera. Tal vez me alegra que me forzara a esto desde un principio, jirou"

El apoyo su cabeza en la de ella.

"Eres masoquista"

Le dijo ella con una sonrisa mientras que lágrimas corrían por su rostro.

"Digamoslo así, me gusta que me domines"

"Idiota"

....

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