Han pasado tres meses despues de que la vi y sin duda hoy me animaria a cometer la idiotez mas grande en este absurdo mundo que definitivamente me queda grande.
Hoy me valia madre mis penas y mis temores, tenia que enfrentar a la bestia a la que llamaba tan descaradamente "miedo".
Si me rechaza, pedire terapia continua y quizas tranquilizantes para no sentir el dolor del rechazo, era muy sensible al dolor y todo me hacia danio a nivel constante y fuerte.
La espere en donde nos habiamos visto por ultima vez, la esperaba sentado en una silla para quizas cuatro personas, con algo de nervios y un poco de sudor en los labios.
-Aqui estas!- Dijo esa voz que anhelaba pero me asustaba. La mire con la mejor de mis sonrisas y la invite a sentarse a mi lado.
-Estoy contento de que estes aqui.- La mire mientras se sentaba justo a mi lado, con una sonrisa que quizas podia verse hasta en Corea.
-A que se debe tu pedido?- Se acomodo el cabello de lado sin dejar de verme con esos bellos ojos.
-Es un tanto importante para mi...- Basile con timidez.
-Dime.- Ofrecio escuchar mi gran testimonio.
-Hui de ti por un tiempo, porque tenia algo que queria quitar de mi vida.- Suspiré con dolor en mi garganta.- Algo que no deseaba que pasara pero paso y no se manejarlo, pero puedo intentarlo hoy.
-Bien!- Parecia curiosa.
-No quiero dar tanta vuelta al asunto, pero...-Pause para tomar todo el aire que necesitaba tomar.- deseo ser tu novio, deseo no escapar de ti y poder besar tus labios de petalos carmin. Te deseo a ti, en todo sentido y en el mas lindo deseo.
Parecia atonita, pero yo lo estaba extremadamente aun mas que ella. Esto era un gran paso para mi y mi pequenia vida de joven enamorado.
-Mi secreto quiso fugarse de mis labios, porque mi alma gritaba decir la verdad.- Choque mis ojos con los suyos, y parecia que mil mares querian salir de alli en forma de cascada, de un modo libre y sereno.
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Lo Eterno.
RomanceMe he condenado a lo que actualmente se conoce "estar enamorado", estoy loco de este sentimiento, jamas podria huir de aquello que se aferro de mi, que se aduenio de mi corazon.