Hoy fue un día muy extraño.
Sinceramente no sé como terminé en esta situación.
Desde que mi mamá se fue de viaje unos dias por su trabajo he estado menos activa en cuanto a moverme o hacer alguna tarea de la casa, pero lo termino haciendo por el simple hecho de estar aburrida, mirar 7 películas cada día y que únicamente sea "Hombres de Negro" y "¿Dónde están las rubias?" sean parte del ciclo también cansa...Hasta que conocí a mis nuevos amigos...O casi amantes, la situación es extraña, pero bueno, dejame contarte desde el inicio.
Era un día nublado y lluvioso cuando todo pasó.Me encontraba en mi pieza sentada en un puff mirando una película, solté un bostezo al unísono que estaba gruñiendo mi estomago —Mmm...tengo hambre, sueño y problemas sociales. Bueno no se puede resolver todo, espero que hayan frutillas— pause la película para salir de mi habitación, me lleve la sábana encima ya que hacía frío y la estufa del pasillo todavía no calentaba la casa.
Pasé por el baño y cuando doblé para ir a la cocina una parte de la sábana se enganchó a una mesita con un jarrón, tire un poco para que salga, en mi cabeza era mejor que agacharme y sacarlo, lógica de flojos supongo —...vamos, ¡sal ya!— estiré con más fuerza, probablemente sea de las mejores decisiones que tome, porque terminé tirando la mesita con el jarrón, puse un pie para detener la mesa, pero no atrape el jarrón, ahora habían pedazos de cerámica en el piso. Como era de esperarse di vueltas pensando en la brillante idea de fingir mi muerte —¡hay no, no, no, ese era el favorito de mamá!— traté de agarrar los pedazos para intentar armarlo —t-tal vez pueda pegar los pedazo- ¡Ay!— sin darme cuenta me corté, definitivamente no seguiría con esto.
Busque la escoba y la pala. Cuando termine de tirar los pedazos del jarrón roto, fui a poner todo donde estaba para irme de nuevo a mi habitación, agarré mi celular para buscar jarrones en venta con la esperanza de que estuviera el que quiero.
Estuve un rato así, estaba a un paso de usar lentes y ni pude encontrar nada, suspiré pesadamente —no encuentro el bendito jarrón, sabía que tenía que estudiar ingeniería— estaba apunto de rendirme, sin embargo ví el mismo jarrón en un anuncio emergente, lo presione y entré a una página donde se veía de primera el jarron —¡al fin!, ¿Entonces cuanto cuesta?— baje un poco más sin saber que me esperaba —¡¿80.000 Pesos?! a la mierda ¿quieren un Ferrari también?— un segundo después note un texto cortado, aun había más —oh un descuento, a ver, dice que "
si al momento de la compra ta, ta, ta, queda en su responsabilidad obtener shala, la, la y no nos...¿demanda?, puede llevárselo a tan solo 200"— mi primera impresión fue que podría ser un engaño, una estafa y por otra parte mi sentido común no está muy disponible ahora debido a la urgencia de tenerlo lo más pronto posible me gano.Use mi tarjeta de crédito, hace poco empecé a tener mis propias tarjetas al cumplir 19, aun así pienso que es mala idea que me dejen a solas con estas cosas. Ingresé lo que pedía y presioné "confirmar compra" y listo, decía que llegaría mañana a la tarde, me daría el tiempo sufíciente antes de que llegue mamá. Quede más tranquila con eso, solo quedaba cumplir mi misión, buscar comida y echarme como vaca después de comer.
Estuve un buen rato durmiendo, quizás solo un par de horas, hasta que el timbre de la casa empezó a sonar y apenas tenia un ojo abierto —...Mmm...— Mi sueño embellecedor se vio interrumpido con el maldito timbre, otra vez —...gggGGAAH ¡OK, OK, YA VOY!...pesados de mier— me dirijo a la puerta para posteriormente abrirla y ver a una persona totalmente cubierta por una tela negra, no pude ver quién era pero ví que llevaba un paquete con él...o ella, no lo sé —hola, ¿En que te puedo ayudar?...— derrepente puso enfrente de mi un porta papeles con una hoja y una lapicera.
++++:—paquete...firma...— no tengo claro de si fue mi imaginación, pero su voz se escuchaba un poco distorsionada.
Estaba medio dormida, se podría decir que recién ahora me doy cuenta de que era el repartidor de Rapi, digo, el cartero. De inmediato firme y se lo devolví, me dio el paquete que pesaba más de lo que pesaría un jarrón, aun así mi conciencia estaba mucho mejor.
++++:—disfruta de tus nuevas visitas— escuché unas risas que se alejaban cada vez más.
—mis...¿qué?— levanté la vista, pero no había nadie, me extrañé un poco pero lo dejé pasar, no sería la primera vez que corren de mi.
Pase por la cocina y agarre un cuter, al estar en mi habitación más tranquila empecé a cortar la cinta, abrí la caja viendo mucho poliestireno, esas cosas son adictivas y relajantes. Iba quitando de a poco las bolitas blancas hasta que sentí algo sueve, lo levanté un poquito para ver —¿un pedazo de tela violeta?— note que algo se movió, por reflejo quite mi mano, de manera lenta una pequeña cabeza se termina de ver, era un pequeño gato el cual parece que acaba de despertar.
Se veía muy tierno por lo que no pude decir nada a excepción de —que lindo~—.
Ni bien el gato me vio se asustó e intentó irse para atrás, pero parece que chocó con algo. Otro animalito salio, está vez un conejo con un chaleco negro, por los ruidos y la situación pareciera que se quejaba con el gato, aun que se detuvo en el momento que me miro. El conejo no retrocedió, de hecho se acercó a mí, como si quisiera algo. Por otro lado el gato empezó a dar vueltas en la caja, más y más animales salían, un erizo, una vaca y un pavo real. Los dos últimos extrañamente de un tamaño más pequeño casi como el conejo y aparte todos tenían joyas o ropa, parecian regetoneros o gansters.Ví como los otros tres que emergieron de las profundidades del poliestireno, solo pude tener un comportamiento humano —Awww como pueden ser tan lindos— agarre al conejo y pase mi cara por su pelaje —tan suave, oigan chicas, si hubiera sabido que se quedarían les daría un lugar más comodo— los animales se miraron entre sí, el erizo se acerca dando chillidos —¿Qué pasa pequeña?¿Quieres que te de cariño también?— deje al conejo a mi lado para intentar levantar al erizo, pero este retrocedió y chilló más fuerte, algo parecía molestarle, traté de a adivinar —¿a caso eres un chico?— es como si me entendiera porque justo cuando dije eso, agitaba su cabesita de arriba a abajo, quizá sería como los perros a veces entienden lo que dicen sus dueños —entonces los demás ¿son chicos también?— asienten rápidamente —Perdón por pensar que eran niñas— de cualquier forma a la mitad de ellos ni me daría cuenta si lo son o no. Deje ese tema de lado, quería poner el jarrón en su lugar y quedarme con la caja como la acumuladora compulsiva que soy.
Primero traté de sacar al erizo, no se quedaba quieto el hijo de su pinchuda madre —bueno señorito, hagalo usted entonces— puse mis manos en señal de que salga. Él se acerco al borde mira abajo, creo que se acobardó porque se quedó mirando a sus amigos sin hacer nada, en ese momento rápidamente lo agarre y lo bajé de la caja, el erizo me chilló algo molesto —si te esperaba hasta que bajes estaría hecha polvo— puse mi mirada a los que quedaban en la caja —¿y ustedes que hacen, Los bajo yo o bajan solos?— ví como el gato bajo, pero el pavo real y la vaca se quedaron ahí, los baje sin problemas.
Saque el jarrón para empezar a revólver el interior de la caja, siempre tienen una carta diciendo los detalles de estas cosas. En unos segundos sentí un par de tubos o algo así, lo saqué y era un pergamino, lo puse en la mesita de luz sin prestar mucha atención, deje el jarrón que casi me cuesta 80 lucas en su lugar y me quedé jugando con los animalitos.
Ya era hora de cenar para mi, me dispuse a salir de mi pieza, miré a las criaturitas que se pusieron cómodos en mi cama y parte del puff —si tienen hambre vengan conmigo, voy a cocinar la cena— salí dejando la puerta abierta y escuchando pequeños pasos detrás mío.
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Buscaba en mi celular los alimentos que les podría dar para cenar —veamos, ¿Qué pueden comer?— les decía a los animalitos los cuales querían subirse a la mesa, el erizo, la vaca y el conejo no podian, haciendo una escena ridícula de como saltaban para llegar a la mesa, lo que ellos no sabían era que los estaba grabando sin que se dieran cuenta, sería una buena oportunidad de recuerdo.
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ANIMALI-CUTES
RandomAño 3010 Una vaga alegre, pachonsita que sola vivía. En su casa sola estaba y un día rompe un jarrón de la casa. Busca y busca y no lo encuentra, se rendiria hasta que al fin lo contempla. Nuevas visitas tendrá y sola ya no estara. ★-creado totalmen...