ANIMALI-CUTES

cap.5 Roce de personalidad

Zuren les cerro la puerta con cerrojo en la cara de los chicos, se dirige a la cama y se recuesta a mi lado.

Zuren:—aah~ me alegro de que se haya terminado, por un momento pensé que nos iban a descubrir—

—además, te parecías a otra persona. Como de esas que en cualquier momento te harían el amor— lo dije en un tono tranquilo, pero el peli azul no pensaba lo mismo, en un instante me tapo la boca.

Zuren: con la cara colorada —por favor, ¿podríamos pasar un momento a solas sin que me insinues?, aún no me siento confiado para decirte lo mismo sin desmayarme— sus ojos brillaban cual rubíes —y eso me hace sentir que no soy suficiente para ti—

Le tomé de las manos —entonces vallamos a tu ritmo, ¿cuáles son las cosas que podríamos hacer?— él me da una sonrisa.

Zuren:—bueno...podria ser algo como estar tomados de la manos, estar abrazados y sentir esa sensación de tranquilidad que...Aaah~... te hace bostezar—

—pues eso...Aaaah~...hijo de tu madre me contagiaste el bostezo— mis ojos dejaron unas cuantas lágrimas por el cansancio provocado por Zuren, lastima no fue por otro tipo de cansancio. Antes de que se me olvidara puse una alarma para levantarme sin problemas, la cena en ese castillo era mi destino. Dejé el celular en la mesita de luz —¿te importa si me acuesto?, me empezó a dar sueño—

Zuren:—¿tambien puedo acostarme en tu cama?— de inmediato se puso a excusarse —¡n-no me malinterpretes q-queria acostarme también porque aun no tengo mi ropa y quería dormir un poco, nada más!— se puso super nervioso, no quería decir algo fuera de lugar para no hacerlo sentir mal, así que pensé en mejor como si fuera algo común.

Me tape con la suavidad de la frazada —claro, después de todo como es una cama Queen hay espacio de sobra— vi como él se puso a la otra punta de la cama —¿seguro no te doy asco?— dije mientras me quitaba los pantalones cortos y las bragas debajo de las sábanas.

Zuren:—¡por supuesto que no!— se toma un momento —r-recuerda que n-no tengo ropa, so-solo una toalla—

Me quite la remera, acercándome a él —estas hablando con una chica que duerme desnuda, relájate y no te haré nada si me dejas dormir como quiero— le arrebate la toalla tirando la a un lado, posteriormente me desabrocho el sostén, pero no lo saqué —quitámelo—

Zuren:—¡¿Q-que?!— ya sé podían ver remolinos remplazando sus ojos —¡¿p-por que haría e-eso?!— se arrincono entre las esquinas de la pared.

—es como una promesa de que por hoy no haremos nada más haya de dormir sin ropa, tenes que admitir que es comodo—

Zuren:—y-yo...— sostuve una de sus manos y la puse en una de las tiras del sostén, asentí para que prosiguiera. Él toma una bocanada de aire —...está bien— desliza la última prenda que traía puesta.

Hice que lo deje a un lado y me acomode cerca de él, dándole un abrazo como almohada otaku —Mmm~ hueles a chocolate— me estaba acomodando tranquilamente.

Zuren:—a-ah q-q-que— únicamente lo escuché balbucear, logré recostarlo también aun que no pudo decir nada, parecía muy impactado y se torno tan rojo como sus ojos.

—querías que estuviéramos abrazados, ¿verdad?— reí a lo bajo —la próxima vez se más especifico en el momento que lo queres— me acurruque en su pecho —trata de dormir un poco, ¿si?— fue lo último que dije antes de cerrar mis ojos y sentir unos brazos rodeadome.
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Los demás estaban en la sala hace un rato, atónitos, perplejos o cualquier palabra que se refiere a perdidos, cada uno sabía que paso, pero cada uno sentía un poco de remordimiento.