Capitulo 20

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Luego del cursi momento entre nil y yo, comenzamos a bailar. Tome, grite, salte, corrí, me divertí y sobre todo, la pase súper.
Cuando termino la fiesta, yo estaba un poco ebria, pero podía ver y entender todo muy bien. Así que despedí a mis amigas y amigos, excepto a nil, que no sabia en donde estaba.
No me importo mucho lo de nil, así que subí y cuando entre a mi cuarto vi la escena mas tierna de toda mi vida.
Nil estaba acurrucado a un lado de mi cama matrimoñal totalmente rendido por el sueño. Sonreí y tome mi piyama de la silla que estaba a mi lado y comencé a caminar hacia el baño.
-espera-una voz adormilada interrumpió mi caminata.
-que pasa?- pregunte.
-no te veré, cámbiate aquí- me sonroje, pero el no lo noto, ya que yo estaba dada vuelta.
-pero no veas, ok?- dije nerviosa.
-ok me daré vuelta y me quitare la camiseta, tengo mucho calor.-agregó.
Cuando dijo eso sentí que mi panza comenzaba a sentir como mariposas que le hacían cosquillas. Una sonrisa brotó de mis labios, pero prosegui y me cambie.
NARRA NIL.
En el momento en el que ella se estaba cambiando, me di vuelta. No pensaba que su cuerpo iba a ser una silueta tan bien tallada, era hermoso, quería tocarlo. Derrepente una voz interrumpió mis pensamientos.
-ey! Dijiste que no verías- ella se dio vuelta al notar que la estaba contemplando con un gran hilo de baba.
-lo..lo.. Lo sient.. Lo siento- tartamudee rojo como un tomate, me sentía un tonto. -mil perdones, no sabes cuanto lo sient...- derrepente veo que ella coloca suavemente un dedo en el medio de mis labios, intentando callarme. Tenía una remera larga de element, que como dije, las remeras largas de hombre muestran su lado sensual.
Ella me miro fijo y yo sonreí pícaramente. Quite su dedo de mi boca con lentitud y deje que su mano cayera, luego la tome por la cintura, levantando su gran remera que no dejaba que su sexy silueta se mostrara. Comencé a acariciarla mientras nos uníamos en un beso, cada ves subía un poco mas, hasta que llegue a sus pechos, en donde no tenía un sostén por cierto. Los acaricie, y como nunca lo hice nose si salió bien. Volvi a bajar mis manos hasta llegar a sus glúteos, los tome y los precione un par de veces, aunque en verdad quería quitarle la mini braga de encaje natural que llevaba puesta.
-enserio quieres seguir?- pregunte nervioso.
-hasta aquí por hoy- me miro fijo y esbozo una sonrisa tan inocente como una niña de cinco años. -siento haberte provocado.-
-hazlo cuando gustes- le sonreí con la misma inocencia. -dormimos princesa?- la mire con ternura.
-claro, sapo- me dio un corto beso en los labios, como un roce.
Ella se acostó, del lado de la pared y yo la mire y le hice una seña para que se acueste en mi pecho, y lo hizo.
En menos de cinco minutos ya estábamos durmiendo, fue una noche que no olvidaré jamás, aunque hubiese querido quitar esa braga.

Tu ❤️ (Nil Cardoner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora