Con la mirada puesta en la pantalla, las luces parpadeantes, anunciando la llegada del tren a la estación. Podía sentir la manera en que el pavimento temblaba bajo sus pies a unos metros del ferrocarril. El familiar olor a café, un expreso cargado para un día ajetreado, en las mañanas, perfectamente acompañado. Un amargo recuerdo cargado de nostalgia.
Sacudió su cabeza, con ello deshaciéndose de los miles de recuerdos que lo atormentaban, que lo anclaban justo a unos pasos atrás de la franja amarilla trazada en el andén. Sus pies se plantaron con firmeza, no queriendo avanzar, pero era lo correcto. Se acomodó los tiros de la mochila que cargaba en su espalda. Decidido a seguir adelante.
El tren partió y él no miró atrás.
Observó por el cristal, atento al paisaje dorado, naranja acompañado de una brisa fresca otoñal. Su cabello, mechones color plata meciéndose con la caricia del viento. Podía percibir un ligero aroma a madera podrida y tierra mojada. Escuchar el crujir de las hojas muertas, el paisaje se oscurecía, se adaptaba a las condiciones y vestía de manera elegante.
Esperaba poder hacer lo mismo y adaptarse al cambio. Avanzar y no simplemente correr sin sentido.
*Sencillo*
.•o 🍂 o•.
*Debes dejarlo ir, no vas a detenerlo, no puedes, no debes. Esta vez no*
— ¡Idiota!
Farfulló entre dientes, su tono de voz era bajo, pero lo suficientemente alto como para llegar hasta sus oídos. Se acomodó la bufanda que llevaba en el cuello con algo de fuerza, aún así el viento parecía jugar con él y tirar de ella, además de desordenarle el cabello que trataba de acomodar con tanto esfuerzo.
Disgustado, caminaba a paso firme por el borde del andén, sintiendo un vacío molesto en su pecho, un nudo en la garganta. Molestias que hacia el esfuerzo por ignorar. Simplemente deseaba huir, correr lejos hasta desaparecer. Su corazón dolía y era lo que más le molestaba.
Sus ojos picaban, se sentía como un completo imbécil.
Cambió repentinamente la dirección de su andar, respirando con fuerza, el aire frío irritándole la garganta, pero era lo de menos.
Volvió en sus pasos, pasando por el lado de la parada con carteles luminosos, ignorando intencionalmente aquel que decía que el último tren había partido.
*Llegaste tarde* *¿Tarde, para qué?*
Gruñó en voz baja.
Comenzó a maldecir cuando las lágrimas calientes rodaron por sus mejillas, empapándolas y nublándole la visión. No quería mostrarse débil, él no era así.
.•o 🍂 o•.
— No podemos continuar con esto, no podemos seguir de esta forma.
El hombre de la cabellera oscura trataba de ignorar al más bajito, reacio a escuchar, a aceptar que lo suyo estaba muerto, tal y como las hojas de aquella fría mañana de otoño.
— Entonces, ¿qué, Jimin? ¿Qué piensas hacer? ¿Piensas huir como lo haces todo el tiempo?
Su corazón se estrujó cuando vio como un par de lágrimas cristalinas empaparon las mejillas del chico en frente suyo. No era su intención herirlo, pero en ese momento estaba a punto de explotar.
— Me iré, Yoongi. Es lo que debí haber hecho hace mucho.
Sentenció finalmente y con la voz rota, pasando por un costado del hombre y esquivando su mirada a toda costa.
— ¡Entonces vete, a nadie le importa!
Porque su relación estaba arruinada, llevaba rota desde hace mucho, no podían seguir de aquella forma. Esta vez era la definitiva.
Sólo debían acostumbrarse.
Acostumbrarse y olvidar, olvidar y caminar en línea recta.Era tan simple como un árbol que muda sus hojas en otoño... Era tan simple como dejar ir a la persona que más amas en el mundo... Era tan sencillo como eso.
_____________________________________
No me animaba a publicar muchos escritos, este es uno que hice para Amino hace un año atrás, espero lo disfruten a pesar de lo corto que es. Gracias por leer <3Créditos fanart:
@PaintedPaperT
[Pueden encontrarla en Twitter]
ESTÁS LEYENDO
BTS Fanfics 4u
FanfictionDesde escenarios sacados de ensueño y dulces versos acaramelados, hasta leyendas urbanas, relatos de enfermos mentales y cuadros más allá de la ciencia ficción. Todo eso y más podrás encontrar en esta no tan breve colección de historias de uno o m...