"Pequeña burbuja"
Jungkook despertó casi de golpe en plena madrugada, sintiéndose asfixiado por la imperiosa necesidad de trasladarse a su taller. Removiéndose con cuidado entre las sábanas, cuidando no despertar a su pareja, vistiendo nada más que una camisa y sus pantalones de dormir.
Una vez se encontró en frente de su mesa de trabajo, las ideas brotaron al igual que los bocetos y planos, a partir de aquella noche el trabajo nunca cesó.
Pasaba noches en vela, encerrado en su zona de trabajo, casi parecía un zombie cuando Tae lo encontraba en el pasillo por las mañanas, aunque la mayor parte del tiempo no salía de su taller.
Taehyung, preocupado, le había pedido que se lo tomara con calma y comenzó a llevarle el almuerzo y en ocasiones también la cena a su taller, antes de volver al trabajo, recibiendo a cambio un monótono y repetitivo "gracias, te amo"
—Si piensas a quedarte aquí el resto del día, al menos no te saltes tus comidas.
Taehyung lo regañó mientras dejaba un plato sobre la mesa, para seguido abrazarlo por la espalda con un cariño y dulzura casi añorantes, plantando finalmente un cálido beso en su mejilla derecha.
Tenía que volver al trabajo, así que se separó, pero antes de alejarse, Jungkook lo detuvo.
—Tae, 자기야 [jagiya]... Yo en verdad agradezco todo lo que haces por mí...
El mayor, que permanecía mirándolo de reojo, algo distante, volteó y comenzó a caminar en su dirección, sintiendo la necesidad de estar cerca de él.
Sin pensarlo terminó de rodillas frente al joven sin importarle que llevaba traje. En verdad extrañaba tenerlo cerca, orbitando siempre a la par suya. Jungkook lo miró enternecido y comenzó a juguetear con él, enredando sus dedos entre las hebras de cabello castaño.
—¿Podrás perdonarme después de esto?
Taehyung no dijo nada, sabía que Jk tendría sus razones y no era quién para reclamarle por su tiempo o prioridades. En cambio, tomó las manos de su novio para acercarlas a su rostro en busca de tacto, y ¡Cuánto añoraba esa calidez! Cerró los ojos, plantando un beso en el dorso de sus manos.
—Sabes que siempre estarás primero. Eres el amor de mi vida.
Concluyó Jungkook, antes de envolver el cuerpo del contrario entre sus brazos, besándole la sien con todo el amor que tenía para demostrarle.
Jungkook había trabajado sin descanso día y noche, y al fin todos sus esfuerzos parecían rendir frutos. El conjunto de piezas metálicas ensambladas, semejantes a un pequeño cuerpo humanoide sentado en el suelo, con la espalda contra el gran mesón de trabajo. Tenía un rostro, el rostro de un niño de 5 años, grandes ojos oscuros, cerrados —que realmente quería pensar y presumir que se asemejaban en algo a los de Taehyung—, de largas pestañas sintéticas, mejillas regordetas, labios delgados con un pequeño "lunar" debajo de estos —muy semejante al suyo—, orejas pequeñas, de tez pálida y cabello castaño demasiado realista.
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BTS Fanfics 4u
FanficDesde escenarios sacados de ensueño y dulces versos acaramelados, hasta leyendas urbanas, relatos de enfermos mentales y cuadros más allá de la ciencia ficción. Todo eso y más podrás encontrar en esta no tan breve colección de historias de uno o m...