Nuestro trato está sellado.

72 18 0
                                    

Estaba de espaldas a mi, era hermoso, tenía la piel blanca, cabello oscuro, alto y cuerpo notablemente trabajado como está de espaldas a mi no pude ver sus ojos pero con lo que había visto me bastaba, me fui acercando mientras esquivaba y maldecía a las personas por pisarme el antro era grande pero eran demasiadas personas el no me noto hasta que le toque el hombro un par de veces se giró y quedamos cara a cara tenía ojos castaños y facciones hermosas -hola- me dijo con una sonrisa de esas moja bragas, tenía los dientes perfectamente blancos y derechos -hola- le respondí con coquetería -¿Estas sola? Me dijo -si, ¿te gustaría acompañarme?- le dije -me agarro de la cintura y me llevo a la barra, vaya, toma confianza rápido, ya en la barra pedimos varias bebidas mientras charlamos me dijo que trabajaba en la empresa de cosméticos de su padre junto con sus dos hermanos mayores, y que tenía 25 años dos por encima que yo, seguimos hablando coqueteando hasta que el dio el paso y me besó entonces me dijo -vamos a mi apartamento- se levantó de su asiento y me tomo de las manos. Pero antes de salir le dije que llevara un vino pero me dijo que en su departamento habían algunas bebidas.

Salimos del antro y nos dirigimos al parqueo donde sorprendentemente no había tantos coches aunque el antro estaba a tope así que nos dirigimos o más bien el me dirigió hasta  su coche y el coche era nada más y nada menos que un Chevrolet Camaro zl-1'69 y es súper caro ¿Y como se eso? Pues porque el se mantuvo la mitad del camino hablándome del estúpido auto y la otra diciendo que lo íbamos a pasar muy bien hasta que llegamos a un edificio de algunas diez plantas, tenía un diseño moderno, era de color blanca y gris, me dirigió hasta dentro del edificio y fuimos a un ascensor y apretó el botón número ocho mientras el ascensor subía el me besaba apasionadamente a todo esto yo repasaba mis siguientes movimientos.

Cuando por fin terminamos de subir entramos a un apartamento era muy grande y todo estaba en tonos oscuros desde la alfombra hasta la pared, los muebles todo era oscuro lo encontré un poco extraño pero todos tenemos gustos diferentes, había un olor extraño era como azufre y lavanda pero seguí ignorando eso y me concentré en lo que tenía que aser me acerque a él y empecé a besarlo de nuevo el me cargó en su cintura y se dirigió a una de las habitaciones cuando llegamos me tiro a la cama y empezó a desabrocharme el enterizo que llavaba era de un color rosa pálido entonces se detuvo y me dijo que iba por el vino, aproveche que el salió de la habitación y tome el veneno que traía en las botas para hecharcelo en el vino cuando volvió vino con el vino en una mano dos copas y un sacacorchos en forma de T en la otra mano si algo fallaba con el veneno ese sacacorchos sería mi segunda opción se acercó y me paso las dos copas tomo el sacacorchos y empezó a destapar la botella cuando lo logro puso el sacacorchos en la mesa de noche y vertió vino en las dos copas.

Entonces le dije que quería jugar a venderle los ojos pero me dijo que ese juego no le gustaba pero que tenía una mejor idea entonces salió de la habitación en ese momento aproveche y le heche el veneno era líquido y no tenía sabor alguno por lo tanto no lo notaría cuando termine de hecharlo guarde en embase al poco tiempo entró el con una pequeña botella en la mano se dirigió hacia mí y me dijo es un aceite te daré un masaje, huele un poco raro pero es muy bueno se acercó a mí y me dio la vuelta se hecho el aceite en las manos y empezó a darme un masaje hedia muy mal sentí que escribía algo con los dedos, pero me dijo que era para que adivinara lo que él estaba escribiendo pero me pareció algo tonto pero no dije nada el siguió dibujando entonces se levantó y se acercó a la mesita de noche donde estaba la copa que había preparado para el la otra yo la tenía en mis manos volvió a depositarse detrás de mí, entonces vi de reojo como levantó el brazo sonreí pensé que se estaba tomando el vino pero no fue así, lo que en verdad levantó no fue la copa de vino si no el sacacorchos que antes se encontraba en la mesa pero que el había tomado cuando busco la copa, cuando me quise dar cuenta de que el sacacorchos ya no estaba en la mesa fue muy tarde ya lo tenía clavado en el cuello no podía respirar el empezó a clavarlo más hasta que empecé a perder la conciencia, lo sabía iba a morir después de tantos años en este trabajo alguien iba a acabar conmigo lo último que escuche fue que dijo.

<Satanás, ya estoy un paso más lejos de la muerte está es la primera alma que te entrego en su cuerpo está tu sello escrito con azufre como tinta y mis dedos como pluma, oh Satán, he sellado nuestro trato, pronto te entregaré la segunda alma>  la espalda me empezó a alder pero no podía gritar en ese momento sentí como si algo me arrancaba la vida entoces escuche una voz neutra pero tenebrosa que me dijo. <Ahora me perteneces> y todo oscureció.

Simplemente Relatos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora