WARRIOR OF HEART // JACE WAYLAND

Capítulo 1

Angeline se encontraba a unas cuadras de la cafetería Java Jones, había quedado con su amigo Simon Lewis de esperar a su hermana que había ido a la academia de arte de Brooklyn para presentar su trabajo, y ver si la aceptaban, pero ella estaba segura que lo harían, serían unos estúpidos si no aceptaran el talento de su hermana. Saliendo de sus pensamientos escucha un sonido conocido que provenía de su celular.

-Aló- contesto sin ver quien era

-Angeline ¿Dónde estás?-pregunto Simon al otro lado de la línea

-Ya estoy cerca. No te preocupes

-Te demoras mucho. ¿Qué se te hizo tan tarde?- consulto

-No seas exagerado, ya pareces mi mama-dice ella - Solo me entretuve un rato con papá Luke, me estaba enseñando algunos movimiento de lucha, creo que estoy mejorando- le cuenta con una sonrisa por más que él no la vea

-No entiendo como tienes tiempo para todo eso, digo estudias arte, música y ahora defensa personal como puedes aguantar tanto- dice incrédulo

-Siempre hay tiempo para todo Simón-dice Angeline- Pero bueno ya me queda una cuadra y.... ¡Lo siento!-se disculpa con la persona que empujo por estar distraída y estar pendiente en la llamada que tiene con su amigo. Al levantar la vista se encuentra con un chico guapo y alto, con cabello color negro pero lleno de tatuajes, que la mira de una forma rara que la hace sentir incomoda por lo que se voltea y sigue con su camino.

-¡Angel! ¡Angeline! ¿Qué paso?- pregunta o mejor dicho grita Simón al otro lado de la línea

-Estoy bien. Solo que me choque con alguien por estar hablando contigo- contesta ella- Mejor te corto igual solo cruzo y ya llego. Adiós-cuelga

Ella se voltea para ver al chico tatuado y lo ve parado en el mismo sitio pero mirando en su dirección. "Que raro es, ni que lo haya golpeado tan fuerte" , piensa

-Hola -dice Angeline con una sonrisa a Simón, al haber llegado al café que siempre frecuentaban con su hermana.

-Hola, señorita tardona-dice con burla -Aquí está tu café como te gusta -entregándole junto a un biscotti, mientras se sienta en un pequeño sillón que la cafetería tiene. Por eso le encantaba esa cafetería porque era muy relajada y aparte tenia servicio wifi gratis.

-Oye es la primera vez -dice rodando sus ojos.

-¿Crees que la acepten en la academia de arte?-pregunta ansioso

-Obvio que sí, si no lo hacen serían unos tontos-asegura-Ademas Clary tiene mucho talento y te lo dice una persona que sabe del tema-tratando de sonar engreída ganándose risas por parte de su amigo

-Bueno tienes razón-murmura-¿Esta noche vas a venir con nosotros a celebrar el cumpleaños de Clary verdad?-le pregunta pero ve a Angeline mirando hacia una esquina tan concentrada y el imita su acción pero no hay nada ahí- ¡Angeline! ¡Angeline! ¡Tierra llamando a Angeline!-exclama tratando de llamar su atención

-Simón, ves a ese chico tatuado que está en la esquina-dice ella un poco asustada porque reconoce al azabache por haberlo empujado sin querer y capaz le quiera hacer algo, pero ella se disculpó y aparte no se explicaría porque estaría ahí cuando nunca lo había visto en esa cafetería.

-Oye tiene algo tu café. Hay no hay nadie -asegura con preocupación

-¿Estás seguro?-pregunta ella mientras lo mira- Te juro que esta ahí-volteándose para el mismo lugar pero ya no ve a nadie, ella juraba que estaba ahí. "Creo que me estoy volviendo loca", piensa ella.

>>Supongo que me confundí-le dice a su amigo al ver que la mira como si estuviera loca

Cuando Simón estaba a punto de decir algo, la persona que estaban esperando entro a la cafetería, causando alivio en Angeline por impedir que su amigo siga haciendo preguntas sobre la persona que ella imagina. La pelirroja frunció el ceño cuando una mirada triste apareció en la cara de Clary.

-Dame los nombres de los profesores y yo los terminare-dice Simón cuando Clary se sentó enfrente de ellos dejando su cuaderno en la mesa - Ya sabes, con un correo electrónico mordaz al decano -informa al ver que ambas le dieron una mirada extraña.

-No te molestes-dice Clary negando con su cabeza, mientras que Angeline le quita la carta a su hermana.

-¿Qué?-pregunto Simón cuando vio la carta que decía FELICITACIONES en letras mayúsculas con color rojo-¿Cara triste? ¿Enserio?

-Felicidades. Estoy muy orgullosa de ti -dice Angeline abrazándola.

-¡Gracias!-exclama Clary con alegría y satisfecha de haber logrado que la aceptaran en la academia de arte y que aparte su hermana este muy orgullosa de ella. Clary admira mucho a su hermana y sus palabras siempre son importantes para ella.

-Bien jugado-Simón sonrió hacia Clary e hicieron un golpe de puño

-Saben, es raro. A ellos les gusto mi trabajo asignado, pero les llamo la atención los dibujos de nuestra novela gráfica -informa Clary

-De nada-dicen al unísono Simón y Angeline

-Este día pasará como el mejor decimoctavo cumpleaños más grande que he tenido-informa feliz

-Clary solo cumples dieciocho una vez en tu vida-Angeline rueda los ojos en broma por el comentario de su hermana

-Por eso estamos celebrando esta noche - les aviso Simón - Con Maureen, después de nuestro concierto

-Obvio - dice Angeline con una sonrisa mientras agarra un poco de azúcar para echarle al café con leche de su hermana, frunciendo el ceño ante el símbolo de la espuma.

-Entonces ¿cuál es el trato contigo y con Maureen? - consulta Clary mientras recibe su café con leche que su hermana le da.

-¿Que trató? No hay trato - niega Simón con la cabeza - Solo cantamos juntos

-¿Enserio no sabes que está enamorada de ti? - le pregunta la mayor de las Fray

-¿Que? No. No- dice tartamudeando

-Simón, ¿Cómo alguien tan inteligente y perspicaz como tú no se da cuenta de que la persona sentada allí está enamorada de ti? - consulta Clary mientras que Angeline asiente de acuerdo con ella.

-Te garantizo que no soy la única persona inteligente y perspicaz que comete ese error-asegura, mientras que Angeline pone los ojos en blanco. Todos menos Clary sabían que Simón estaba enamorado de ella. Pero lo que no sabía Angeline era que Simón sentía una pequeña atracción hacia ella, pero sólo era un pequeño crush en comparación con todo lo que sentía hacia Clary.

-¿Saben qué? Aquí hay que brindar, Salud - dice Angeline cuando levanta su taza en medio de ellos. Simón y Clary tomaron sus tazas y las chocan diciendo el clásico brindis entre ellos.