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─... Ay...- Estiras el brazo hacía la caja de pañuelos y sacas uno para limpiarte la nariz.
─ ¿Te encuentras bien?... ¿___?- Preguntó preocupado Amajiki del otro lado de la línea.
─ Si, supongo. Aunque no creo poder vivir hasta mañana.
─ ¿T-Tan mal te encuentras?
─ Si ¡Ahora por favor ven a salvarme! No aguantare más ¡Me muero!
─ P-Por favor, a-aguanta, voy en camino.-Dijo alarmado para luego cortar, agarrar una chaqueta e ir rápidamente a tu departamento.
Claramente lo que acabas de hacer no fue más que un berrinche, que, para tú fortuna, se creyó.
Te sentías algo mal por haberlo interrumpido en lo que sea que estaba haciendo, aunque siendo realistas tu familia estaba en otro continente, difícil y estúpidamente vendrían a Japón, a tu departamento a cuidarte y sin tener algún quirk relacionado con teletransportacion. Pudiste también haber llamado a algunos de tus amigos que no les molestaría ir a cuidarte.
¿Son tus amigos? Tus mejores amigos.
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─ ¡Muchas gracias!
─ N-No hay de que.
Amable (y cariñosamente) preparo una pequeña merienda para hacerte sentir mejor, el conoce tus gustos muy bien. De repente le abrazaste asustándole en un principio por tal acto repentino, sin embargo con timidez te rodeo con sus brazos correspondiendo. Se puso nervioso al sentir tus latidos tan cerca y respiración sobre su piel causándole cosquillas, aunque para ser sinceros, esa sensación causada por ti le encanta.
Le empezaste a repartir besitos por toda la cara, esta era sumamente adorable con su rubor más pequeñas risitas que logró emitir.
Aún estando enferma y que podrías contagiarlo no podía negarse a tu cariño.
Te detuviste para alejarte un poco y poner tu antebrazo frente a tu rostro.
─ ¡Achu! Coahdj csosjdn ─ Luego de unos segundos, algo incomodos para ambos, hablaste ─ Perdón, es que me dio tos.
El resto de la tarde Amajiki se quedó contigo, cuidándote y dándote uno que otro cariño.
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─ ¡Achu! Coahsj — estornudaron al unísono.
─ ¡Se aman tanto que incluso se enferman juntos! ─ Soltó Mirio como una fangirl luego de verlos a ambos.
─ ¡Verdad! Que lindo!
Ambos resfriados se miraron para sonreír y luego volver a taparse la cara para estornudar.
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