🌴☆🧊
Shuhua alzó una ceja, mirándole con atención, justo en frente de todas sus amigas, justo en medio de todos los estudiantes de la universidad.
¡Esa niña no tenía decencia!
Soojin frunció las cejas, retirando la mirada del rostro pálido de la menor de inmediato, intentando unirse a la amena conversación que las otras dos muchachas tenían. No entendía, realmente no lo hacía.
Para comenzar, ¿quién era Jeon Soyeon y por qué su nombre parecía molestar a Miyeon? Yuqi soltaba verso tras verso en una retahíla inigualable, hablando sobre lo mucho que aparentemente amaba a su mejor amiga que vivía aún en Corea y que le había prometido que la visitaría ese mes, por su cumpleaños. ¿Cómo habían terminado hablando de eso, para comenzar?
Shuhua mordió la crujiente manzana que se encontraba en sus manos, mirando alrededor, a los demás estudiantes, ignorando totalmente lo que sea que las otras dos decían.
Tan bella.
Aquella piel de procelana, labios delgados y rosados, su nariz perfectamente moldeada y esos ojos negros, llenos de galaxias, como la más preciosa e inocente imagen que había visto. La figura renacentista de aquella muchacha nacida en los noventas, que apenas comenzaba la vida, que no sabía nada pero lo sabía todo. Soojin se preguntaba quién le había enseñado tan buen sexo a esa niña.
Entonces, se sintió pervertida por pensar en eso incluso en una situación tan aleatoria.
¡Estaban en medio del campus, y Shuhua simplemente estaba mascando una manzana! ¿Por qué estaba ella ahora pensando en el coño brillante de la menor? ¿Qué sucedía con ella? Se sentía como una ninfomana* en potencia, como si no hubiera nada más en su mente que follarse a la menor, o si lo único que fuese capaz de recordar de ella fuese el sexo.
Tan sucia.
— ¿Soo? —la voz de Miyeon la sacó de sus pensamientos, haciéndola voltear con sorpresa y algo de pánico en dirección a su mejor amiga—. ¿Pasa algo contigo?
— ¿Ah? ¿Por qué? ¡No!
— Iremos a la sombra de aquel árbol, te pregunté si querrías venir. Tenemos la siguiente clase libre.
— ¿También Shuhua? —cuestionó la rubia, volteando en dirección a donde pocos minutos atrás la menor se encontraba.
— Shuhua se fue hace un momento —murmuró Miyeon, soltando una risita mientras se levantaba tomando la mano de su amiga—. Creí que habías dicho que no te agradaba.
— ¡No lo hace!
Miyeon soltó una risita, dejándose caer en el verde césped bajo la sombra de aquel alto árbol frente a ellas.
— Lo que digas.
Yuqi abrazó la cintura de Miyeon, mostrándole la pantalla de su celular con una sonrisa burlona. Soojin quería saber qué sucedía, pero no tenía nada de confianza con la menor de las tres y era algo incómodo para ella incluso acercársele. Jugar con su celular sonaba a buen plan para pasar las siguientes dos horas.
(...)
— Odio mi carrera —pronunció Shuhua dejándose caer en el sofá, sus cosas cayendo al piso—. Odio la universidad. Odio el estudio. Quiero dormir por años.
Soojin frunció las cejas, levantando la mirada de su celular y mirándole con confusión.
— ¿Qué dijiste?
— ¡Que estoy harta!
— Llevas seis meses de carrera
— ¡Por eso!
La mayor rió sarcásticamente, devolviendo la mirada a su celular.
— Dime, Soojinie —pronunció Shuhua, levantándose de un salto del sofá para acercarse gateando hasta la coreana—. ¿Tú estás feliz con tu carrera?
— No me quejo
— Y... —susurró, dejando sus labios entreabiertos mientras se acercaba a los labios de la mayor, mirando sus ojos—. ¿Por qué te mudaste a los Estados Unidos?
— Llené por error un formulario de intercambio y terminé aquí. Tuve suerte de que Miyeon también estudiara aquí.
— ¿Miyeon? ¿Desde hace cuánto la conoces?
Soojin se alejó lentamente de la menor, tragando saliva con algo de nerviosismo. La pelinegra continuaba moviéndose con lentitud hacia el rostro de la mayor, mirando de manera penetrante sus ojos.
— Desde que éramos unas niñas. Somos... Mejores amigas.
— Interesante —pronunció la menor, alejándose de golpe mientras acomodaba su cabello—. Yo la conocí cuando comenzó a salir con Yuqi.
Salir con Yuqi.
— ¿Qué?
— El año anterior. La hermana mayor de Yuqi solía ser una de mis amigas. Dejé de hablar con ella, pero sigo en contacto con Yuqi desde entonces.
Shuhua se puso de pie, y Soojin hubiese continuado replicando respecto a lo que decían si la menor no se hubiera retirado la blusa como si no fuera nada.
— ¿Q-ué... Haces? —intentó formular Soojin, mirándole confundida.
— Hace calor, ¿no crees? —la pelingra volteó para mirar a la mayor, girando su blusa en su muñeca mientras alzaba una ceja—. Ambas somos chicas, sabemos lo que hay debajo. No creo que sea la gran cosa.
La menor lanzó su blusa hasta el sofá, comenzando a deshacer la pequeña trenza que sostenía su cabello en una coleta. Soojin miraba sus acciones con atención y admiración.
— Además... —comenzó, soltando su cabello y revolviéndolo para mirar de nuevo a la mayor—. No es como que no nos hayamos visto así. O... Con menos ropa —sus pasos seguros se devolvieron hacia la coreana, acercándose a milímetros de su rostro—. Iré a dormir. Buenas noches —susurró, mirando fijamente sus labios, mientrss tomaba su celular que yacía al lado de la mayor para caminar hasta su habitación.
Ese andar elegante, provocativo, sus labios rojizos y ese aroma inigualable. Shuhua la estaba volviendo loca, pero no era capaz de aceptarlo. Aquella joven taiwanesa tenía ese aura peculiar que la había enamorado sin remedio desde el primer instante en que se miraron, y ella parecía saberlo a la perfección. No había otra razón para que se comportara así.
Pero su abandono había sido demasiado tarde. Algo ya se había despertado por allá abajo para Soojin.
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* un ninfómano/a es alguien adicto al sexo, con excesivo deseo sexual, casi incontrolable.
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❜ River ── soohua.
FanfictionCierra la boca y recórreme como un río. ⋆ㅤProhibida la copia y/o adaptación.