Derivados de Amortentia (Neville x Severus x Theodore)

Prólogo

Después de haber sobrevivido a la guerra, Severus dejó su puesto como profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras y volvió a ser el profesor de Pociones de antes, amargado y sombrío como todos los de la generación de Harry Potter lo conocieron en su primer año en Hogwarts.
Neville por su parte había conseguido grandes azañas con encantamientos, hechizos y transformaciones entre otras cosas, pero aún así, en su octavo año, seguía apestando para hacer pociones.

- ¡Longbottom! No sabe hacer la más mínima simpleza en las pociones que hemos tratado durante todos estos años de escuela que llevamos. ¿Qué le hace pensar que confiaré en usted para hacer una de las complejas? La Amortentia es una poción muy difícil de realizar y peligrosa en las manos equivocadas, el mínimo error que cometa será un cruel destino para usted y 100 puntos menos para su casa. ¿Me ha entendido bien?- escupió Snape entre dientes, remarcando cada palabra como si fuera una daga directa a la espalda de su alumno.

Ya no sabía que hacer con él, las clases particulares que propuso al principio del curso no sirvieron de nada (por que sí, se preocupaba por él y sus distracciones en clase sin ningún motivo aparente), sólo conseguía distraerse más estando por horas encerrados los dos solos repasando una y otra vez la teoría de cada maldita poción.

-S-sí, prof-profesor Snape- susurró Neville tartamudeando. Podría haber matado a la serpiente del Señor Oscuro pero todavía se acobardaba delante de Snape.

-Para asegurarme de que no causas ningún daño a tus compañeros será mejor que te coloques detrás del todo para evitar desastres mayores- sentenció el profesor seriamente señalando con el dedo un banco vacío en el fondo del aula.

Neville sin decir una sola palabra más recogió sus cosas y se puso al final de la clase para empezar con la poción.

Hora y media había pasado y aún no se habia producido ningún desastre, algo muy extraño cabe destacar. Pero todo ocurrió muy deprisa: un bote con semillas de anís verde se cayó al suelo desparramando todo su contenido. El causante, Theodore Nott, y el profesor se agacharon a recogerlo mientras el resto de los alumnos seguían con su labor por órdenes del pocionista. Ambos estaban de rodillas en el suelo con el culo alzado y de espaldas a Neville, por lo que este no se dió cuenta de que echaba unas raíces que no tocaban en esa poción junto con algo más que no sabía ni que era hasta que ya fue demasiado tarde y todo le estalló en la cara, literalmente.

La explosión se escuchó por todo el pasillo de las mazmorras, salía humo del caldero derretido y Neville, bueno Neville aparentemente estaba bien pero al cabo de unos segundos empezó a ver todo borroso y se acabó desmayando escuchando de lejos un "¡Longbottom!" de su profesor.

Parecía que solo habían pasado unas horas desde que se produjo todo ese revuelo cuando Neville despertó.

-¡Neville! Menos mal que has despertado. Ya creíamos que te ibas a quedar en coma para siempre- dijo Seamus con alegría al ver a su amigo de nuevo con los ojos abiertos.

-Vamos, no han podido pasar más de 3 horas ¿no?- repuso Neville mirando a Dean, Harry, Ron y Hermione que también estaban allí.

-Bueno, verás... Has estado inconsciente casi un mes- explicó Hermione.

-¿¡Qué!? ¿Pero qué pasó?

-¿No recuerdas la explosión de la poción que estábamos haciendo?- preguntó Harry.

-Sí, me acuerdo de eso. Pero no recuerdo qué fué lo que eché en la poción para que estallase. ¿Qué dice Madame Pomfrey?

-Aún no está segura de lo que te ha pasado ni de los efectos de la poción que te cayó encima, pero dice que, como no ha habido efectos durante estas semanas, podrías regresar a tu habitación en cuanto despertases. Así que, cuando quieras nos vamos a la sala común- contestó Dean.

En cinco minutos, Neville ya estaba vestido con su uniforme y su túnica, y todos juntos caminaron por los pasillos y subieron por las escaleras hasta llegar a su casa. Esa misma noche Neville sintió un cosquilleo en la parte baja de su abdomen y tuvo un sueño un tanto extraño.