Hoy era un día especial en las vidas de Draco y Harry: ¡Su Aniversario de boda! Tal día como este se unían en matrimonio y juntaban sus vidas para siempre; hace 5 años de ese día especial.
Hace dos semanas que estaban planeando que regalarle a su esposo y sus cuatro hijos: James, Albus, Scorpius y Lily habían planeado que regalarles a sus padres.
Al despertarse, Harry le dio su regalo a Draco: Era un álbum de fotos desde que empezaron el colegio hasta el último nacimiento de su hija, que a Draco le encantó.
Pasaron el día fuera de casa, visitando los lugares favoritos de cada uno de los integrantes de la familia Malfoy-Potter y cuando los peques les llevaron a su lugar favorito les dieron su regalo: un viaje para ellos dos solos al Caribe con todos los gastos pagados, les encantó era el mejor regalo que podrían regalarles.
Al llegar la noche, era el turno del regalo de Draco: le preparó una rica cena y con un rico y divertido postre.
Eran fresas con chocolate derretido delicioso, cada uno comía una mitad de la fresa y cuando llegaban a la mitad se daban un beso de chocolate y así hasta que se acabaron. Después, se sentaron en el sofá, Harry encima de Draco sin parar de besarse, los besos eran suaves y dulces al principio, pero iban ascendiendo y acabaron siendo húmedos y pasionales. Con esa dinámica fueron a la habitación donde Harry fue acorralado contra la pared y donde se desprendieron de la ropa, después se tumbaron en la cama y Draco le esposó para seguir con el juego sexual. Poco a poco, fue bajando desde los labios hasta el miembro de su esposo, pasando por el pecho y el abdomen. Despacio y con mucho cariño fue como lo hicieron y como les gustaba a ambos, al final se corrieron y se durmieron abrazados recordando su preciosa boda.