Oscuridad entre mis alas

Mente en blanco

No se que hacer, mi vida se acaba de desmoronar enfrente de mi, todo acabo. Dije mientras corría deprisa hacia el bosque sin mirar atrás.

Eran las 7:00 am cuando todo empezó, me acababa de levantar ya que tenía que asistir al colegio como cualquier día normal, cambiarme, desayunar e irme, pero lo que yo no sabía era que ese día era mi ultimo ahí.

Todo iba transcurriendo con normalidad hasta que empecé a sentir un fuerte dolor de cabeza y espalda en la clase del profe Luis de español no sabía que hacer, ya no aguantaba esto, porque por más que intentaba ignorarlo más me dolía.

-¡No puedo más!- dije mientras caminaba hacia el baño tambaleando, hasta que caí y no vi más.

Cuando desperté, todos los doctores en el hospital me estaban viendo incluido mis padres, con una cara de preocupación, yo sin saber que sucedía.

Confusa pregunté -¿que está sucediendo?

Nadie se atrevía a decirme, hasta que sentí un insoportable dolor en mi espalda de nuevo y fue cuando volteé.

No podía creer lo que estaba viendo,
-¿Era cierto todo esto?
-¿Como puede ser posible esto?
-¿Estaré soñando?

Millones de preguntas asechaban en mi cabeza.

Pero de algo estaba segura que esto no era normal y que probablemente me traerían consecuencias.

Pero no quitaba el hecho de que era algo asombroso e increíble, algo por lo cual era de ver para creer.

Veía como unas alas grandes, brillantes, blancas como de paloma estaban insertadas en mi espalda, era algo fantástico e increíblemente hermoso.

Nadie se explicaba cómo surgió esto ni porque.

Después de estar un rato en el hospital me dieron de alta aunque tuve que usar unas dolorosas vendas en mi espalda para poder tapar las alas ya que si no lo hacía, llamaría la atención de muchas personas.

Al llegar a mi casa mis padres preocupados decidieron hacer muchas investigaciones y contactar con varias personas, para dar una explicación a lo que me estaba sucediendo sin saber que esto traería grandes consecuencias.

Después de que toda la tarde mis padres intentaron buscar respuestas y al no encontrar nada decidieron sentarse a cenar, después nos alistamos y nos fuimos a dormir para tener al día siguiente un "día normal".

Cuando estaba durmiendo escuché unos sonidos de gritos, suplicas y disparos en la planta baja de mi casa, asustada decidí bajar en silencio para asegurarme de que todo estuviera bien, pero pasó todo lo contrario eran varias personas vestidos de traje negro, se veían que eran importantes por la forma en cómo eran y sus vestimentas.

Cuando decidí asomarme más, para fijarme que eran lo que le estaban haciendo a mis padres me di cuenta que les estaban apuntando con un arma, asustada quería gritar pero no podía o si no me iba ir peor a mi, luego me acorde que había un teléfono en el pasillo pero al momento de girarme para tomarlo y macar al 911, escuché como esos señores de negro les preguntaban a mis padres con voz enojada.

-¿Donde está La Niña?
-No se de que están hablando, no conozco a ninguna niña, aquí no vive nadie más que nosotros dos. Respondió mi madre con voz asustada.

-¿Que niña?
-¿Se referirán a mi?
-¿Ya sabrán quien soy? Me preguntaba.

Hasta que me acorde que con la desesperación de mis padres al poder encontrar respuestas de mi, decidieron contactar a personas más importantes que el mismo gobierno de Mexico.

Entonces sin previo aviso entró una de las personas de negro para poder checar la planta de arriba de mi casa en donde yo estaba, y se dio cuenta que estaba ahí, yo inmóvil sin saber que hacer, solo escuché la voz de mis dos padres decirme:
-¡HUYE!

Decidí correr con todas mis fuerzas hacia un cuarto con una ventana para poder volar aunque aún no supiera, pero necesitaba un poco de tiempo para poderme quitar las vendas de mis alas, así que me fui al primer cuarto que encontré y cerré la puerta del cuarto y abrí la ventana, mientras me quitaba el montón de dolorosas vendas mientras los hombres de negro intentaban derrumbar la puerta y mis padres gritaban para pedir ayuda.

Hasta que solo escuché dos disparos, si, eran mis padres, sin más que decir me quede en blanco, no sabía que más hacer, me había quedado inmóvil, solo con muchos recuerdos y preguntas rondaban mi cabeza, pero sobre todo
-¿que iba a hacer ahora sin ellos?

~continuará~