CAPÍTULO 4
Viernes
Habían pasado 2 días desde el encuentro con el tipo y no volvimos a cruzar palabras.
Mi hermano comparte más de una clase con él, los dos están en último año y por lo que Isaac me contó, el tipo suele ser muy social.¿Por qué a todos se les hace tan fácil?
También discutí con Isaac este par de días por no querer decirme el nombre del extraño. Supongo que está celoso, había llegado a la conclusión que Isaac pudo haberle dado información de mi, se lo pregunté un par de veces pero él lo negó.
La mañana en el colegio pasaba tan lento, faltaba una clase para al fin poder irme, no suelo ser de esas chicas que salen a clubes, nunca he ido a una de hecho. Pero tenía algunos planes para hoy. Mi siguiente clase era historia, es aburrida, lo único que me gusta es que Jey la recibe conmigo. Ella es mi mejor amiga y siento que nos complementamos; Jey es dulce, cariñosa, amorosa, gentil, adorable. Y yo, pues yo soy todo lo contrario, no suelo demostrar cariño, soy un tanto amargada y nada femenina.
Me dirigía a mi casillero, tenía que sacar lo necesario para la clase, los largos pasillos estaban algo vacíos.
Faltaba poco para llegar a mi destino cuando veo frente a mi casillero a alguien parado.
¡Ay no!
Era el extraño con lo que parecía ser ¿Una rosa? ¿Para mi?Como si esas cosas pasaran, me contestó mi mente.
Baje el ritmo de mis pasos, mis piernas comenzaron a temblar un poco y mi corazón estaba acelerado, ya estaba frente a esos ojos bonitos.
Al verme se recostó en mi casillero evitando el paso para poder abrirlo.
-¿Puedes darme permiso por favor?- fue lo único que logré decir.
-Eres una maleducada- dijo sonriendo.
Era extraño verlo sonreír, siempre estaba serio. Su sonrisa es realmente hermosa, tiene una sudadera negra, con unos pantalones ajustados negros y unos vans negros, ese color le queda tan bien.
-Dije por favor- mi voz salió un poco temblorosa.
-¿No te enseñaron a saludar?- dijo con un tono burlón.
-Hola extraño, permiso por favor que llegaré tarde a mi clase.- le di una sonrisa fingida.
-Me llamo Lhiam, pero tú puedes decirme mi amor.- dijo haciendo un guiño.
-Eres el típico picaflor.- volteé los ojos.
-Auch, yo no soy un picaflor- hizo un gesto de dolor, dramático.
-Es lo que diría un auténtico picaflor- le di una sonrisa fingida -Ahora, sino te molesta, por favor dame permiso- dije con un tono desesperado.
-Alguien está de malhumor- dijo con una sonrisa burlona.
En este punto no sabría decir si me gusta o me cae mal.
-¿Te vas a quitar o no?- dije ya un poco enojada.
-Zoé tranquila, solo quería darte esto- extendió su mano en dónde se encontraba la rosa.
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¿Cuánto duele un adiós?
Teen Fiction¿Cuántas veces has dicho un adiós? En lo personal muchas veces, experimentamos despedidas a diario, algunas son inesperadas y causan heridas tan profundas. Zoé, Lhiam, Isaac, Jey, experimentan diversos tipos de "adiós ". Dedicada a esos adioses que...