4- explicación

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"Sos un suicida y un necio, te dije que tenías que esperar."
Me reclamo Martín cuando ya estábamos en mi casa.

"No entiendo nada de lo que pasó y no entiendo lo que me querés decir, ¿Esperar que? ¡Explícame!."
Martín pareció pensarlo un poco. Mucho. Bastante.

"Voy a hablar con Tobías y después te digo."
Golpee la mesa.

"¡Basta! Deja de dar vueltas, estoy cansado. Si vas a hablar con el hacelo ahora, porque si no te juro que voy a ir a ese bosque, y hasta que no encuentre a Valentín, no vuelvo."
Le vi rodar los ojos.

"Bueno listo, ya voy."
Se levantó pero lo detuve.

"Tenés solo una hora, si tardas más, voy a ir."
Me miró serio y solo asintió.

Desde que salió me quedé mirando la puerta.

¿Que tanto ocultan?¿Qué es tan grave para que no quieran decírmelo?.

Fui al baño a darme una ducha mientras seguía pensando en mi encuentro con Valentín.

Me desvesti completamente y me metí bajo la ducha, relajando mis músculos.

Lave mi cabello, y ya luego agarre el jabón, pasándolo por cada parte de mi cuerpo.

Pero al pasarlo por mi cintura sentí una punzada de dolor.

Así que mire allí y había una marca morada, del otro lado de la cintura también tenía una.

Que raro. No recordaba haberme golpeado con nada.

Terminé de ducharme y me seque cuidadosamente porque también senti unas punzadas en mi espalda.

Cuando me mire al espejo noté como... Marcas de dedos.

"Valentín, lo estás apretando mucho."

Fuerza. Valentín tenía mucha fuerza.

No recordaba que fuera tan fuerte. Es decir tenía un buen físico, pero no era tan fuerte.

Me vestí, salí afuera y me senté en la entrada de la casa.

Estaba pálido. Y frío. Era raro.

Y sus ojos. No tuve la oportunidad de verlos de cerca.

Pero cuando nos alejábamos, se veían de un escarlata.

Lo cual es muy raro, ya que el los tiene azules que a veces se pueden confundir con verdes pero nunca con un rojo escarlata.

Y la rapideza con la que me apoyo contra ese árbol, tampoco fue algo muy normal.

Levanté la vista y Martín venía. Me hizo unas señas así que me levanté y lo seguí.

"Arreglamos que capaz tu presencia sea buena para que Valentín aprenda a controlarse."
Caminamos en línea recta por el bosque.

"¿Control de que?."
No entendía nada.

"Ya lo sabrás, cuando lleguemos a la casa donde te encontraste con Tobo el mismo te contara todo, y vas a tener que tener la mente muy abierta para entender lo que sucede."
Me quedé callado hasta que llegamos al punto donde siempre me perdía.

Pero en lugar de buscar salida desesperadamente como yo haría, el siguió seguro hacia la izquierda.

Después de veinte minutos, quizás menos, llegamos a aquella mansión.

Estaba nervioso. Por fin la verdad me sería revelada. Y no sabía si estaba listo para escucharla.

Tobo nos abrió la puerta y nos llevó al living. Nos sentamos en el sillón y el desapareció por las escaleras.

vampire in caritate«WosaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora