Capitulo 4

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Por fin tocaba la hora de receso, sentía que mi cabeza iba a explotar de tanta información que me estaban metiendo los profesores.

Mi mejor amigo se tiró a mi lado pasando su brazo alrededor de mi cuello y reí como de costumbre al verlo. Era mi único amigo de total confianza.

-Hey Yoongi, ¿este no es el cuarto día que te llega una de esas cosas?- Señaló mi casillero y fruncí mi ceño.

-Creo que ya me debería acostumbrar.- Me acerqué y mi boca se abrió un poco sorprendido.

Era un origami de un piano... un hermoso piano color marrón, tan chiquito que se veía tierno y como siempre, estaba la clásica nota que ya me estaba acostumbrando a recibir.

Agarré con mucho cuidado el piano que estaba pegado con una cinta, lo puse en la palma de mi mano y sonreí sin poder evitarlo, esta admiradora secreta sí que me conocía.

Guardé con cuidado el pianito en mi casillero y agarré la nota para leerla.

Una vez te escuché tocando el piano, no sabes cuanto me gustó escuchar esa linda música clásica, me hubiera gustado bailar para ti en ese momento.

¿Bailar?, de seguro que le gusta bailar... cada vez se me hacía mas curiosa esta persona que me mandaba los origamis.

-¡Ya le tengo un apodo!- Vi a mi amigo de reojo.- La chica de los origamis, ¿que te parece?

-Estúpido, pero no queda otra alternativa hasta conocerla.- Saqué lo que tenía que sacar y cerré bien el casillero.

La chica de los origamis...


El Chico De Los OrigamisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora