1 de julio del año 1700
Querido Diario
Pronto será mi cumpleaños número dieciocho y por fin podré ser libre pero para eso, ese mismo día debere realizar la prueba en la que me graduare como una cazadora de demonios y vampiros, recordando desde muy chica me he estado entrenando para ganarme aquella arma de gran poder que en su momento le perteneció a mi madre... Y mucho antes de morir la uso para eliminar a seres de la oscuridad haciendo aparecer a un demonio con colmillos al cual llamamos vampiro, un demonio que nos la arrebato, hasta ahora nadie conoce su rostro sin embargo sabemos dónde se esconde por desgracia cazador que se ofrece persona que no regresa, creemos que los asesina engañando sus mentes dejándolos sin voluntad o simplemente les arranca el corazón, haciéndonos pensar que no son lo suficientemente fuertes para vencer a un ser que manipula sin esfuerzo las mentes dejándolos vulnerables y así beber cada gota de su sangre...
Suspirando continuaba escribiendo.
Por otra parte temo fallar en aquella prueba, mi cuerpo no suele resistir los entrenamientos, según los médicos tengo una complexión débil que en cualquier momento podría morir y no necesariamente por ataque de algún ser de la oscuridad sino más bien por mi débil cuerpo y corazón, siempre ha sido un problema pero no dejaré que eso me detenga, yo he entrenado hasta el cansancio sin tener un cambio al pelear cuerpo a cuerpo por lo que mi hermana mayor cree que la magia es mi fuerte y pide que lo intente además me platico que hay un orbe que no tiene un dueño y está acumulando polvo en las reliquias familiares… aunque sí usó aquella esfera giratoria no podré usar el arma de mamá en caso de que gane pero quizás sea lo mejor, faltan cinco días para mí cumpleaños y para aquella prueba, solo falta decirle a mi padre que usaré algo a lo que quzias rechacé y me niegue está gran oportunidad, pero se que mi querida hermana me apoyará hasta el final.
—Los nervios los tengo a tope pero lo haré por mi madre que estoy segura hubise deseado verme... Además así ganaré el respeto de todo el clan y de mi padre, me cansé de que crean que soy débil por tener un cuerpo frágil...— Cuando tenía diez años estaba aprendiendo todo sobre la historia de nuestro clan incluyendo sobre lo que un cazador debía hacer en caso de que un invasión llegará a suceder aunque aseguraban que jamás pasaría pero se habían equivocado. Esa misma noche nadie se hubiera imaginado que el vampiro que al día de hoy vive, invadiera el clan matando al menos 200 personas inocentes junto a cazadores dejando un gran vacío incluyendo a Seria y a mi… nuestro padre y madre habían salvando muchas vidas incluyendo la de nosotras, pero antes de poder cantar victoria el vampiro hizo un último movimiento quitándole la vida a nuestra madre sacándole el corazón y justo en ese momento mi madre nos dio un mensaje que por más que trataba de recordar aquellas palabras no estaban claras como si las hubieran borrado intencionalmente.
—Erze necesitas que venga por ti cada vez que sea la hora de desayunar?, Papá necesita que bajes ya al comedor por favor— Esa es Seria una joven diferente a mi en cada aspecto físico a excepción del amor que sentíamos de una de la otra aunque era diferente el amor hacia mi padre líder del clan ShadowHilt, el es muy frío conmigo.
Pero para dejar un poco más claro y dejando de lado a mi padre Seria es un poco más alta que yo, piel blanca, ojos color púrpura y cabello negro largo y completamente lacio, a cambio de mi, yo soy de piel un poco más pálida, ojos levemente rojos llegando al naranja por último tengo cabello pelirrojo levemente quebrado y largo, eso me hace pensar que no somos hermanas pero ambas tememos algo de nuestros padres.
—Ya voy solo debía escribir en mi diario, recuerda que todo lo que sea importante debe estar escrito, imagínate si algún día pierdo la memoria— Riendo salía de la habitación dejando el cuadernillo y la pluma sobre una pequeña mesita de madera pintada de blanco dejando al mismo tiempo a mi querida hermana detrás mío pues si me llegaba a alcanzar seguramente recibiría un golpe en la cabeza por hacerlos esperar como cada mañana, pero era inevitable el no poder escribir los pensamientos que surgían al momento.
—Buenos días Erze parece que tú hermana te ha hecho salir corriendo de tu habitación, recuerda que debes estar bien alimentada o podrías enfermar en cualquier momento— exclamaba mi padre tomando una enorme taza de café sonriendo de lado casi como si sintiera lástima por tener a una hija tan débil como para morir al atrapar una simple gripe.
—Buenos días padre, bueno admito que estaba escribiendo en mi diario pero se que es algo que realmente no te interesa, lo hago como una forma de salir de la realidad al menos durante unos minutos— Un silencio incómodo se podía sentir hasta que Seria aparecía aplaudiendo al menos tres veces alejando aquella vibra de miedo.
—Calma los dos, creo que no tiene nada de malo que Erze se exprese en sus cuadernillos además mamá también lo hacía solo que aquellos pensamientos plasmados en papel están bajo tu custodia no es así padre?— Seria siempre me rescataba de mi padre quien no toleraba verme escribir quizás porque yo le recordaba a su esposa muerta o porque odiaba verme perder el tiempo en vez de entrenar.
—Y bueno Erze papá merece respeto, estoy segura que va a respetar tu gusto por escribir siempre y cuando dentro de unos días nos demuestres lo excelente que serás como cazadora pasando la gran prueba— Ahora que lo mencionaba no sabía cómo decirle a mi padre que deseaba usar magia en vez de algo más cuerpo a
cuerpo, aunque pensándolo más rápidamente quizás me lo permitiría después de todo era mejor a qué algo dañara mi delicado cuerpo, hablando de eso mi padre es un hombre robusto, alto, ojos rojizos llegando al naranja, cabello azabache y lacio. De ahí había salido en gran parte mi hermana, sacando solo yo los ojos de el, mi madre también fue pelirroja solo que ya no lo recuerdo bien.Mi padre era tan fuerte que podía usar casi cualquier arma de gran tamaño eso era impresionante por lo que podía causar un poco de molestia en él pero prefería hablarlo ahora y saber su respuesta.
—Hablando sobre la prueba… realmente me encantaría usar magia y no un arma con filo… realmente me siento capaz de demostrar mis habilidades mágicas además sabemos que nunca podría usar una katana son pesadas— La cara de mi padre era de sorpresa y un poco de molestia acertando en esa parte pero para mí sorpresa él asentía levemente, era de esperar quzias pues él sabía que no podía levantar una simple katana y quizás moriría antes de dar el primer corte.
—Sinceramente lo veía venir Erze así que usa lo que quieras siempre y cuando me demuestres que eres capaz y que vas a ganar, después de todo necesitaremos tu ayuda— mi padre miraba a Seria con una expresión un poco más fría.
—Tu hermana saldrá después de tú prueba y volverá después de su cumpleaños y aunque es muy probable que no pase nada malo y ella esté bien estaremos atentos como siempre a cualquier señal de una invasión.— Al verlo recargarse en su mano me hacía suspirar suavemente pero al menos había obtenido la oportunidad de usar aquella magia del Orbe.
—Si gano me podría quedar el orbe?, Realmente siento una conexión muy especial.— tomaba un poco de té esperando un sí mientras miraba a Seria quien sonreía levemente saliendo de la habitación.
—Sí, supongo que sí, además estoy muy seguro que lo encontraste en las reliquias familiares y está sin un dueño desde hace bastante tiempo, ahora termina de desayunar y termina tus tareas concluyendo con tu entrenamiento no falta mucho para el día de tu graduación.— mi padre se levantaba tomando su gran katana saliendo del comedor hacia la salida quedando frente a Seria hablando sobre algo que no lograba descifrar pero seguramente era sobre la misión que ella debía cumplir el mimo día que todo iba a cambiar.
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Pétalos de Sangré
VampireUna Historia de dos hermanas que se aman mutuamente separadas por el destino de una de ellas. La venganza se escribirá con sangre.