- Di algo que solo Alex sepa – le dije a la doppelgänger que se encontraba en la puerta, ya habían pasado unas horas desde que la visita inesperada de Elena me había dejado un poco desconfiada.
- Recuerdas la noche que hicieron una fiesta por la partida de Los Mikaelson – la interrumpí.
- Está bien, te creo – la abrace.
- ¿Qué pasa porque me haces esas preguntas? – me dijo entrando.
- No tienes idea quien llego – le dije.
- ¿Quién? Vamos dime – me insistió.
- Vamos al living – caminas y nos sentamos en los sillones.
- ¿Me vas a decir? – me siguió insistiendo.
- Elena Gilbert – le respondí
- La otra doppelgänger - me dijo.
- Y no es todo, cuando ella llego yo estaba con Stefan y le dijo que había vuelto por el - ella me miro sorprendida – casi la echo a patadas, si no hubiera sido por Stefan ya la habría matado.
- Creo que eso va ser un gran problema – me dijo, yo solo asentí – Pero cuéntame ¿Cómo han estados las cosas por aquí? – movió las cejas – si sabes a lo que me refiero.
- No se – me hice la desentendida – pero no hay mucho.
- Hare como que te creo – me dijo Alex – bueno, cuéntame acerca de que está pasando ahora.
- Bueno, por lo que nos explico Elijah alguien había secuestrado a Hope y Hayley, y por lo que nos dijo Damon él le había dicho al cazador donde se encontraban los originales – le resumí toda la historia.
- ¿intentaron revivirlo? – le tembló la voz-
- No lo sabemos, Elijah no quiso decirnos – le respondí, mi celular sonó – es un mensaje.
- Después de todo lo que ha pasado, ya es tiempo de vernos, me debes muchas explicaciones, nos vemos en el grill en 20 minutos
- PD: si Alex se encuentra contigo, deberías traerla.
- Tú mejor amiga.
- Es Anahís – Alex leía el mensaje conmigo – tenemos que ir – se veía animada.
- No, ella no está en condiciones de tener cerca un humano, menos tú – le advertí – ella apago sus emociones.
- No puede ser – se tapo la cara - ¿y Stefan?
- Ella nos dijo que esa era la razón por la que apago sus emociones, ella sabía que si no apagaba sus emociones no sería capaz de irse.
- Tienes que ir, ella te dirá si Niklaus está despierto – me dijo – pero por mucho que insista iré contigo, ella era mi amiga y si de algo sirve se que ella aun esta dentro.
- Lo sé, pero es muy peligroso – le dije.
- Bien, me quedare aquí, pero cualquier cosa, llámame – me levante y recogí mi chaqueta del perchero que estaba al lado de la puerta.
Decidí caminar, honestamente no estaba preparada para ver a Anahís, sabía que al verla todos mis recuerdos de Niklaus volverían, quería olvidarlo y aunque lo intentaba no podía, estaba tan distraída que choque un chico, “disculpa, amor” susurro, era el mismo chico de la otra vez, cuando me di vuelta para mirarlo ya no estaba, había desaparecido. Tanto misterio que hasta a mi me asustaba. Habia llegado al Grill, entre lentamente, busque con la mirada.
- Está en la esquina – me dijo Matt.
- Gracias – le dije, me acerque hasta que la pude ver.
- Siéntate – dijo, su voz sonaba distinta.
- Estas distinta – le dije directamente, nunca me callaba las cosas y menos con ella.
- ¿Qué esperabas? – su tono era frío y sin sentimientos.
- Cierto – esto me incomodaba.
- Sé que tú no sabes nada acerca de lo que hizo tu hermano, de hecho tengo la idea de que el no les ha contado todo – hice una pausa – pero no vine a eso, aún estamos en la búsqueda de Hayley y Hope, asi que necesito que consigas información.
- Podrías ir a la casa y preguntarle a Damon – le dije inocentemente.
- Nunca entrare a esa casa de nuevo, lo siento, pero mi odio aumenta cada vez más – se notaba molesta.
- ¿me odias a mí? – pregunte.
- ¿podrias hacer lo que te he pedido? – me pregunto, sin responder mi pregunta.
- Te lo debo – le tome la mano pero ella la quito rápidamente.
- Bien, puedes retirarte – me quede sorprendida - ¿no te irás? Bueno –y se retiro sin decir nada más.
Narrador externo.
- ¿Qué miras tanto? – dijo Anahís cuando salió del Grill, se encontró con un amigo.
- Es hermosa, dulce, tierna, guerrera, perseverante y fuerte, incluso me cree una buena persona – miraba con nostalgia a la chica.
- ¿le dirás algún día? – pregunto Anahís, el miro - ¿te puedo preguntar algo más profundo?
- Seguro – respondió.
- ¿cuándo la conociste? Es que soy su mejor amiga desde siempre y nunca me hablo de ti – pregunto Anahís.
- Esa es una historia de ella y yo – le respondió – además, yo creo que la sabes inconscientemente.
- Está bien, supongo – miro extrañada – bueno, me tengo que ir, adiós
- Adiós – le respondió aún viendo a la castaña que se tomaba un café – espera, ¿han encontrado a tu sobrina? – la chica se dio vuelta y negó con la cabeza – ojalá la encuentren.
- Gracias – y se fue definitivamente.
Cuando estaba por subir al auto que alguna vez perteneció a Niklaus alguien la tomaba por la espalda y rápidamente le inyectaba el veneno para vampiros.
ESTÁS LEYENDO
La hermana perdida de los Salvatore (Klaus Mikaelson & _________ Salvatore)
Teen Fiction¿Se puede vivir en esta incertidumbre?
