Lost my salvation

Problemas

Quisiera decir que lo nuestro va a ser posible, que lo voy a aceptar y volveré con el; pero no todo es color de rosas, es irónico lo que más me hace feliz en el mundo yo no puedo hacerle feliz a el. Hui de ahí y me fui a mi departamento, al entrar me dirijo a la ducha. El agua me quitaba todos los rastros de nervios y angustia, no podía hacerle eso.
Pensé que iba a poder ser fuerte, como ya me habían dejado de joder esos narcotráficos me había quedado tranquila, pero hace más de un mes me encontraron y ahora me encuentra el ¿Por qué no puedo regresar el tiempo? Estaba metida en un gran problema por defender al que era mi amigo y me termino dejando en la primera de cambio. Tocaron la puerta entonces salgo de la ducha y me visto; al ver por el portero me doy cuenta que era Jasón, el mensajero de Tony el más grande jefe de los narcotráficos.
-Hey Brooke- siempre me había tratado bien Jasón- Hace mucho no nos veíamos- quiso hacer una sonrisa pero le salió una mueca.
-Hola Jasón- me hice a un lado para que pasara- ¿Qué paso ahora?.
-Es Tony- lo supuse- Quiere que vuelvas a trabajar.
-Estas de joda- me reí pero al ver que el no reía me puse seria- ¿Verdad?
-No Brooke, el jefe te quiere devuelta en el ruedo.
-Ya salde mi deuda con él, no tengo más nada que ver con tu jefe- suspire- Ha sido un gusto verte de nuevo Jasón.
-Brooke, te conviene no llevarle la contra al jefe- me estaba enojando- debes volver.
-¡No lo hare Jasón! ¡Entiende de una jodida vez!- llorando- Tu jefe lo único que hizo fue arruinarme la vida.
-Ya lo sé Brooke- me abraza- Ya lo sé.

Habían pasado ya tres horas desde que Jasón se fue de mi departamento, mi celular tenia pura y exclusivamente llamadas y mensajes de Alex. Una llamada entro en mi celular y al ver un número desconocido atendí.
-Hola.
-Brooke- Alex, me conocía tan bien que sabía que si lo quería evitar no atendería su número.
-¿Me estas evitando?- era tan obvio lo que pretendía.
-No- suspire- ¿Qué te hace pensar eso?- mi tono de voz era totalmente irónico.
-Vamos Brooke, no te enojes- podía apostar que estaba haciendo su típico pucherito con el que me podía- ¿Quieres salir a pasear?
-No creo que sea- pero no me dejo terminar
-Te paso a buscar a las siete- eran las seis menos diez- no acepto un “no” como respuesta.
-Alex- dije en tono de reproche.
-Vamos Brooke- me pidió- Como en los viejos tiempos- simplemente no podía negármele