Niño mimado

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Nuevo día, misma rutina; me levanto con el mismo mal humor de siempre.  A veces me pregunto hasta cuándo va a ser así, desearía saber como esta y si es feliz pero no puedo hace ya dos años que no lo veo, no desde que me fui de ahí. Me dirijo al baño a hacer mis necesidades y a darme una ducha rápida, me visto con mis típicos jeans negros y una sudadera negra; salgo de mi casa y me dirijo al instituto, que alegría.
NARRA ALEX
Me levante temprano con muchas ganas de ver a Brooke, es increíble que no se acuerde de mi, se que ha pasado tiempo y que ya no somos los mismos. Me cambie,  desayune y me dirigí al instituto; haría que Brooke me recuerde, al llegar noto que ella está caminando a la entrada así que corro y le tapo los ojos.
-¿Quién eres?- su voz tan dulce llego a mis oídos.
-Tu mejor sueño- ya sé que es un poco cursi pero a ella le encantaba eso.
-Pesadilla querrás decir- me saca las manos bruscamente y se da vuelta- ¿Otra vez  tu? ¿Qué es lo que quieres?
-Tranquila princesa-me defendí- ¿Andamos de malas?- sonreí sabiendo que eso la haría enojar.
-En serio te hablo niño, te conviene alejarte tu no me conoces nada- si tan solo supieras.
-No te tengo miedo pequeña.
-Deberías- y con eso se retiro a su clase, supongo, vaya que ha cambiado costara trabajo que sea la misma Brooke de siempre pero no me rendiré, me costó mucho volver a encontrarla como para darme por vencido.
Con una felicidad inexplicable me dirijo a mi primera clase.
NARRA BROOKE
Dios que niño tan pesado, calma Brooke solo ignóralo. Al llegar a mi salón voy a mi puesto habitual, no tenia mala notas pero no era de los mejores promedios; llego el profesor y dio inicio a la clase, dos horas de historia de la filosofía, no me quejaba pero tampoco me encantaba esta materia. La clase trascurría normalmente hasta que tocaron la puerta, que no sea quien estoy pensando.
-Disculpe profesor, me perdí un poco- hablo con su típica voz de niño mimado, ya me malhumoro.
-Esta bien, solo por esta vez ya que es un alumno nuevo-inspecciona el salón- siéntese con la señorita Carter- Oh no dijo mi apellido, no ¿Por qué a mí?
Ese niñito se acerco rápidamente al puesto libre a mi lado, genial esto va a ser duro.
-Hola pequeña- odio que me llame así.
-No tengo interés en hablar contigo, quiero prestar atención a la clase- cosa que no creía posible.
*******
-Entienda de una vez señor director ¡yo no tuve la culpa!, este niño mimado estuvo molestándome-si. ¿Dónde me encontraba? En la oficina del director, ¿Por qué? Porque el muy idiota estuvo molestándome toda la maldita clase, me tiraba papelitos o empujaba el brazo al momento de escribir hasta el momento de sacarme de mis casillas y gritarle un montón de groserías, cosa que al profesor no le gusto y nos mando con el director “para resolver nuestros asuntos con armonía” puras tonterías. Odio a este niño mimado.
-Señorita Carter le pido que se calme o le daré una semana de detención-genial.
Logre tranquilizarme y el director solo me dijo que buscara un modo de canalizar mi energía negativa, se habrán dado cuenta que aquí están todos locos de remate. Salí de su oficina y me dirijo a mi casillero, pero me tope con una persona no muy deseable de ver en ese momento.

Hola! es la primera vez que estoy exponiendo lo que escribo, lo estoy haciendo gracias a una amiga que me impulso a que lo haga, asi que espero que les guste la historia y me encantaria saber que opinan de ella :)

Lost my salvationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora