El ex-cibernovio [Hope-V]

7. Prohibido enamorarse

El rubio caminaba de un lado a otro mordiéndose las uñas. El abogado no entendía el motivo de tantos nervios, ya sabía por voz de Hoseok que a Yoongi le daban ataques de histeria, pero esto no era lo que su amigo le describía, era algo más serio, parecía verdaderamente preocupado sin ninguna razón aparente.

En más de una ocasión invitó al abogado para hablar con él a solas. Taehyung entendía que el rubio quería decir algo que él no debía escuchar y se disponía a salir al pasillo ocupándose de guardar unos metros de distancia para no escuchar sus conversaciones. En una de esas ocasiones Hyungwon se dio cuenta que era inútil completar la entrevista de esta manera.

El abogado decidió que ésta fuera la última interrupción.

Tomó del brazo al rubio y lo dirigió dentro de la oficina de Hoseok para aclarar todos los puntos que le inquietaban de una vez. Aunque Taehyung podía verlos desde el pequeño salón de espera a través de la división de cristal, no podía escucharlos.

—Yoongi, sé que no te conozco como a Hoseok, pero creo que lo mejor es que esperemos a que él se encuentre mejor y hacer esto con él.

Al escuchar las palabras del abogado, Yoongi detuvo sus pasos entregándole una mirada desafiante con sus ojos felinos. Se fue acercando poco a poco al amigo de su novio clavando su mirada en la del contrario.

—¿Tengo que recordarte mi posición aquí?, ¿no me crees capaz de hacer mi trabajo?

Hyungwon retrocede debido al acercamiento peligroso de Yoongi, su voz se arrastraba en un siseo ronco y amenazante, esa voz guardaba una rabia interna, la sangre parecía hervirle al rubio y ya se hacía obvio que luchaba para manejar la cólera que le hacía temblar las manos y el propio rostro.

—Yoongi, mi intención no fue ofenderte, lo que pasa es que la entrevista no debería ser llevada de esta forma tan inconstante, tú...

—¡Basta! —le interrumpió el rubio —Yo soy el agente del escritor estrella de esta editorial, soy su máximo representante y estoy capacitado perfectamente para ello.

El abogado inhaló de forma sonora, necesitaba llenarse de paciencia si iba a continuar haciendo esto a la manera del rubio. Soltó el aire lentamente antes de hacer la pregunta:

—¿Puedes decirme directamente qué es lo que te molesta de V?

El rubio achicó los ojos y se cruzó de brazos. Abrió la boca un par de veces sin llegar a articular palabra alguna. Pero en cuanto el abogado abrió la suya él se dispuso a hablar primero.

—Espera, te diré, no estoy conforme con la explicación que me diste sobre su nombre, me sigue pareciendo sospechoso.

El abogado entendía su punto, V no era el nombre real de Taehyng, era su nombre artístico, él mismo había conseguido legalizarlo para que su amigo no corriera algunos riesgos con relación a su familia o a su vida personal. Todos los contratos de trabajo de modelo los firmaba como V e incluso tenía su sello legalizado.

Era de entender que la gente que formaba una alianza con él sintiera cierta curiosidad por su nombre real, pero por asuntos de confidencialidad y respeto a la vida personal del artista se reservaban las preguntas sobre ello. Muy al contrario del comportamiento de Yoongi.

Pese a todas las aclaraciones y explicaciones que Hyungwon le había brindado, él estaba empecinado en conocer el nombre del chico.

El abogado estaba dispuesto a dar una explicación más sobre esto, sin embargo, la mano de Yoongi se alzó frente a sus ojos impidiéndole ver el rostro del rubio. Entendió que esto debía ser una señal de que el Agente no había terminado de hablar.

—Cortemos este rollo de una vez —Yoongi fue bajando de a poco su brazo y tomó asiento en la silla detrás del escritorio—. Te seré sincero, la cara de ese chico no me inspira confianza y para rematar su verdadero nombre es todo un misterio. Pero si es como dices que tiene que ser él sí o sí, entonces exijo que se agregue una cláusula más al contrato.

El abogado imitó al rubio sentándose en uno de los asientos para invitados del escritorio mientras observaba a Yoongi recostarse del respaldo de su asiento con una ligera curva en las comisuras de sus labios.

—Te escucho.

El rubio dejó la comodidad del respaldo de la silla para apoyar sus codos sobre el escritorio, sus manos juntas como si fuera a dar un discurso importante.

—Sencillo, si mi novio y "ese" modelo —articuló con desdén señalando a Taehyung con un movimiento de su mentón—... va a ser la estrella de las portadas y va a trabajar aquí, por ende, tiene que pasar tiempo con Hoseok, solo porque no sabe leer.

El abogado pone los ojos en blanco. Creía que estaban avanzando un paso a la vez, pero en realidad estaban retrocediendo tres.

En una de esas ocasiones que Taehyung tuvo que salir a los pasillos para dejarlos a solas, el abogado ya le había explicado al rubio que V estaba demasiado ocupado con la universidad y un trabajo de medio tiempo, su trabajo de modelo le exige que debe dormir un mínimo de 8 horas ininterrumpidas para que su apariencia no sufra ningún desgaste, por lo que obviamente no tendría el tiempo y ellos no podían exigirle que leyera los 8 tomos de la saga las cuales el rubio sabía bien que tenían unas 4 mil páginas cada uno.

El escritor debía pasar unas horas con el modelo y los demás técnicos del equipo mientras hacían los montajes para crear las portadas de aquellos tomos.

Esta vez, en vez de ver la mano abierta de Yoongi frente a su cara, Hyungwon observa el dedo índice del rubio indicando que no ha terminado de hablar.

—Ya sé lo que me dijiste, aunque esto tampoco me convence, uno de los técnicos podría darle la información y resumirle los libros uno por uno.

—Yoongi, cada técnico tiene su responsabilidad, no tendría el tiempo suficiente para hacer doble trabajo. Y es responsabilidad de Hoseok estar ahí para lo que todos ellos necesiten preguntar. Mejor dime cuál es esa cláusula que quieres que agreguemos al contrato. Lo haré de inmediato.

El abogado solo quería terminar con esto de una buena vez. Ni siquiera ha entrevistado correctamente al modelo y ya está exigiendo que agreguen una cláusula al contrato.

Al escuchar lo dispuesto que estaba Hyungwon, el rubio se removió en su asiento y en sus ojos se pudo reconocer un atisbo de felicidad.

—Es simple, debe poner: Prohibido enamorarse.