HALO: Operación "Cambio de Destino" Parte 2

LIMPIEZA GENERAL

Órbita del Planeta Videnx, en el interior de un crucero del Covenant, 28 de Diciembre de 2542.

Los gritos de los Grunt inundaban el pasillo de la nave, huyendo de la Spartan que los perseguía incesantemente, acabando con ellos uno a uno mientras trataban de alejarse futilmente de los disparos de su rifle.

-¿Cómo vas? -Preguntó David por rádio- La nave ya ha salido al espacio, pero pronto nos alcanzarán el resto de sus naves si este cacharro no da más de sí.

Los destellos de los disparos se veían reflejados en el visor de la joven, iluminándolo momentáneamente por cada tiro que pegaba.

-Estoy acabando con la tripulación, pero me resulta bastante difícil si tengo que recorrer cada parte de este maldito crucero -Contestó mientras abatía a los pocos Unggoy que aún se resistían a morir-.

-Recibido, yo le estoy metiendo prisa a Desk para que nos lleve a la estación cuanto antes, té mantendré informada.

El SCDO cortó comunicación y Eva bajó el arma. Delante de ella yacía ya muerto el último Grunt del pelotón con el que se había encontrado.

Dió un suspiro al aire. Comprobó el indicador de munición y reemplazo el cargador del arma por otro completo, preparada para otro encontronazo con el enemigo.

Miró su sensor de movimiento, había dos marcas situadas en el centro de comunicaciones, donde permanecía el cadáver de Jack.

Frunció el ceño. Introdujo la primera bala en la recámara con la palanca lateral del arma, con el chasquido ya más que característico de la propia acción, dando a entender que iba a por ello.

Giró a la derecha al final del pasillo y siguió recto durante 15 metros. Luego, viró a izquierda y recorrió otros diez metros hasta quedar justo a un lado de la puerta, ahora reventada, del ala de comunicaciones de la nave. Dentro había dos Élites con espadas de energía junto al cuerpo del joven SCDO.

Lo estaban mirando con atención. Uno de ellos, el de menor rango con una armadura color azul, le quitó el casco y lo lanzó a un lado, para despues levantar la barbilla del difunto soldado y mirarle la cara.

Gruñidos, no entendía nada de lo que ambos alienígenas decían salvo ruidos que para ella no significaban nada. Sin embargo, siguió observando con atención, haber que hacían ambos antes de pegarles un tiro a los dos por mancillar el cuerpo de su... amigo.

Pero tuvo que adelantar su plan. El Élite de mayor rango giró la cabeza hacia atrás y la vio, mostrando una cara de sorpresa antes de recibir un tiro en el ojo derecho, que atravesó el cráneo de punta a punta.

El otro rugió con fuerza, visiblemente enfadado por la muerte de su compañero. Fue entonces cuando agarró aún con más fuerza y con fiereza su espada, corriendo a abalanzarse sobre la Spartan, aprovechando que los disparos de su arma saldrían rebotados contra su escudo.

Eva se echó para atrás, viendo la ineficacia de la táctica de vaciar el cargador que no daba resultados. Pudo esquivar el primer golpe, por escasos centímetros que separaban la hoja de la espada de su cabeza. Sin embargo, el segundo intento por parte del alienígena logró cortar su rifle por la mitad y causar un corte en su coraza, nada grave por eso.

Dejó el arma inservible, y no tuvo más remedio que lanzársela al Élite a trozos para tratar de ganar tiempo, mientras se acercaba para enzarzarse cuerpo a cuerpo contra él.

Estaban igualados. Los dos seres compartían una fuerza similar y astucia semejante, unos escudos muy equiparados y una habilidad solo otorgada por el entrenamiento que ambos poseían. Pero Eva fue más rápida a la hora de pensar.

Lo empujó hacia su compañero superior en rango, ahora sangrando inerte en el suelo, y acabó tropezándose con su cadáver para caer de espaldas contra el suelo. La Spartan aprovechó el momento para agarrar la espada que estaba tirada por el suelo, la encendió y se colocó sobre el Élite menor, que trató de agarrar a la joven por los brazos y evitar así que la energía le atravesase el torso.

Usó toda su fuerza hasta lograr, centímetro a centímetro, penetrar el pecho del alienígena con la espada, retirándola tras percatarse de que el alienígena estaba muerto, despues de muchos esfuerzos.

-Un hueso duró de roer -Murmuró mientras se levantaba-.

Se acercó al SCDO, tumbado apoyado en la pared, con el casco quitado dejando ver su rostro.

Ella se quitó el suyo, y lo dejó en el suelo a poco menos de medio metro de ella. Se quedó mirando el cadáver de Jack, tratando de ser fría aunque no pudo evitar que en su cara se notara la pena por la muerte del joven soldado.

Abrió la boca, pero terminó cerrándola sin gesticular ninguna palabra. Simplemente se quedó en la misma posición de rodilla en tierra, y siguió observándole tristemente.

-Eva, te necesitamos en el puente, ahora -La voz de David parecía cargada de preocupación, casi sonó como si se lo estuviera ordenando-.

-Voy -Le contestó- No me agrada verte así, Jack.

Lógicamente no hubo contestación. La Spartan se puso su casco y colocó al SCDO el suyo, ocultándole la cara como previamente estaba. Salió de la estancia y recorrió la nave dirección al puente.

Las luces de los pasillos se apagaron momentáneamente, apenas un segundo, antes de volver. Era evidente que estaba pasando algo.