Capitulo 1: Conocidos

10 2 0
                                    

Lo conocí hace ya un buen tiempo, para ser exacta unos 6 u 7 años, cuando apenas había ingresado a mi primer año de secundaria, yo era una chica la cual soñaba con iniciar en una escuela donde me aceptaran por lo que era y que no me apartaran, como lo habían llegaron hacer mis compañeros en las escuelas primarias donde había estudiado anteriormente... También quería conocería a grandes amistades que duraran toda la vida como en las películas y series de adolescentes y tal vez por primera vez me enamoraría; ahora siento que era muy ingenua al pensar en eso, pero que se le iba hacer, era prácticamente una niña.

No recuerdo muy bien como lo conocí, son borrosos los recuerdos ya que pasaron hace muchos años, pero estoy casi segura que fue en la clase de matemáticas, mi primera clase en la escuela secundaria, yo estaba muy nerviosa de quien con quien me tocaría sentarme, ya que con quien me sentara, sería aquella persona que estaría conmigo por 3 años (dado que en mí escuela no cambiaban de grupo), y en otras palabras podría convertirse en mi mejor amigo o amiga, el maestro organizo una lista con un programa de hoja de cálculo, entonces fue cuando lo conocí.

-Hernandez y Herrera favor de sentarse en la segunda fila, en la banca de enfrente- Herrera era mi apellido y Hernández el de él, nuestro nuevo profesor nos había sentado juntos.

Yo quería sentarme con una niña, porque normalmente me juntaba con niñas pero aquel chico de ojos color avellana, piel clara, su cabello corto y acomodado hacia atrás, que aparentaba ser un chico tranquilo, inteligente, tierno, callado y algo tímido, un poco chaparro ya que en aquel tiempo yo era un poco más alta que él, me llamo la atención y me inspiro confianza en cierto punto.

Como dije había algo en aquel chico que me llamó la atención, algo en él se me hacía misterioso y que sin duda tendría que averiguar que era...Mi curiosidad hacia él era extremadamente grande y no sabía el motivo...

Y entonces se estará preguntando: "¿quién es él?, "¿cuál es su nombre?". Pero su nombre no es de importancia y prefiero dejarlo en misterio; si así prefieren pónganle un nombre o llamenlo por su apellido, yo por ahora solo me referiré como "él". Pero no perderé más el tiempo y seguiré con la historia.

En aquellos días me encantaba mirarlo cuando él se distraía, de pronto cuando me descubría me preguntaba, que por que lo miraba, y yo simplemente contestaba que no era nada, que estaba viendo la pizarra; era para mí imposible dejar de mirarlo, dejar de observar esos hermosos ojos, esa cara, apreciar todo en él, tratando de descubrir cómo era, que le gustaba, quería saber todo de él, pero nunca pregunte nada, porque no sabía cómo, en parte me daba pena preguntar, así que simplemente solo me quedaba observándolo mientras podía.

Al observarlo y con el tiempo lo empecé a conocerlo, su apariencia era algo engañosa; ya que, el si era algo callado y un poco serio pero no tanto como aparentaba, de echo era un poco latoso; y por último no era tan estudioso, cuando quería era muy inteligente aunque la flojera le ganaba y era tierno en ocasiones, recuerdo una vez que agarro la pelota de básquet como un gato, pero no me saldré del tema; a mí me encantaba como era, pero aun así había algo en él que me seguía causando curiosidad, ¿tal vez era el hecho de que no lo conocía bien?

Eso nunca cambio, siempre supe pocas cosas de él, aunque él aprendió a conocerme al punto de que sabía hasta cuando ocultaba algo, solo que nunca pudo descifrar que él me gustaba.

Por un tiempo nos llevamos mal o por lo menos eso parecía, nos molestábamos mutuamente, aunque para mí el molestarlo era una manera de tener contacto con él; ya que él me comenzaba a gustar, pero un día jugando me dio un golpe por accidente y lo suspendieron durante tres días. Esos días tan largos yo extrañaba su presencia, pero parecía tan a gusto de que él no estuviera aunque la verdad fuera otra cosa, después de eso recuerdo que nuestra relación mejoro, ya no nos molestábamos tanto. Y tratamos de conocernos mejor, aunque claro él me conocería mejor que yo a él.

Amor toxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora